SONETO III
(ORFEO)
De peldaño en peldaño la
escalera
de roca negra fue bajando Orfeo,
con la flauta en la mano,
solamente
con su flauta de caña entre los
dedos.
Lobos de sombra, y tigres como
lobos,
y dragones de pólvora y veneno´
y una serpiente con anillos
rojos,
esperaban la música de Orfeo.
Él era un niño con los pies
desnudos,
los ojos nuevos y la boca
hermosa,
y el corazón como una flor
reciente.
Y al llegar a los últimos
peldaños
de roca negra, bajando la
escalera,
la flauta sola dominó al
Infierno.
Antonio Esteban Agüero
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