Quiero explicar que todos los post que fueron subidos al blog están disponibles a pesar de que no se muestren o se encuentren en la pagina principal. Para buscarlos pueden hacerlo por intermedio de la sección archivo del blog ahi los encuentran por año y meses respectivamente. también por “etiquetas” o "categorías de textos publicados", o bajando por la pagina hasta llegar al último texto que se ve y a la derecha donde dice ENTRADAS ANTIGUAS (Cargar más entradas) dar click ahí y se cargaran un grupo más de entradas. Repetir la operación sucesivamente hasta llegar al primer archivo subido.

INSTRUCCIONES PARA NAVEGAR EN EL BLOG:

El blog tiene más contenidos de los que muestra en su pantalla inicial al abrir la página. En la pantalla principal usted vera 5 entradas o posteos o publicaciones. Al llegar a la última que se muestra puede clickear donde dice ENTRADAS ANTIGUAS verá las 5 entradas, posteos o publicaciones anteriores. Puede seguir así y llegará hasta la primera publicación del blog. A la izquierda en la barra lateral (Sidebar) Usted verá el menú ETIQUETAS. Ahí están ubicadas las categorías de los textos publicados, si usted quiere ver poemas de un determinado autor, busca su nombre, clickea ahí y se le abrirán los trabajos de ese autor, Si no le mostró todo lo referido a esa categoría al llegar al final encontrará que dice ENTRADAS MAS RECIENTES, PÁGINA PRINCIPAL Y ENTRADAS ANTIGUAS. Debe clickear en ENTRADAS ANTIGUAS y le seguirá mostrando mas entradas o post con respecto al tema que busca. A la derecha , se encuentra un BUSCADOR, usted puede ingresar ahí el nombre del poema, o texto, o un verso, o autor que busque y le mostrará en la página principal el material que tenga el blog referido a su búsqueda. Debajo del Buscador del Blog encontramos el Menú ARCHIVO DEL BLOG en el cual se muestran los Títulos de las entradas o textos publicados del mes en curso, como así también una pestaña con los meses anteriores en la cual si usted clickea en ella verá los títulos de las entradas publicadas en determinado mes, si le da clic verá dicha entrada y asi año por año y mes por mes. Puede dejar comentarios en cada entrada del blog clickeando en COMENTARIOS al final de cada entrada. El blog es actualizado periodicamente, pudiendo encontrar nuevos textos, fotografías, poemas, videos, imágenes etc...

Gracias por visitar este lugar.




23 de febrero de 2016

Citas de las enseñanzas de Don Juan de LA RUEDA DEL TIEMPO (1998) Carlos Castaneda

Citas de las enseñanzas de Don Juan de LA RUEDA DEL TIEMPO (1998) Carlos Castaneda

Citas de Las enseñanzas de don Juan

El poder reside en el tipo de conocimiento que uno posee. ¿Qué sentido tiene conocer cosas inútiles? Eso no nos prepara para nuestro inevitable encuentro con lo desconocido.
Nada en este mundo es un regalo. Lo que ha de aprenderse debe aprenderse arduamente.
Un hombre va al conocimiento como va a la guerra: bien despierto, con miedo, con respeto y con absoluta confianza. Ir de cualquier otra forma al conocimiento o a la guerra es un error, y quien lo cometa puede correr el riesgo de no sobrevivir para lamentarlo.
Cuando un hombre ha cumplido estos cuatro requisitos estar bien despierto, y tener miedo, respeto y absoluta confianza no hay errores por los que deba rendir cuentas; en tales condiciones, sus acciones pierden la torpeza de las acciones de un necio. Si un hombre así fracasa o sufre una derrota, no habrá perdido más que una batalla, y eso no le provocará lamentaciones lastimosas.
Ocuparse demasiado de uno mismo produce una terrible fatiga. Un hombre en esa posición está ciego y sordo a todo lo demás. La fatiga misma le impide ver las maravillas que lo rodean.
Cada vez que un hombre se propone aprender tiene que esforzarse como el que más, y los limites de su aprendizaje están determinados por su propia naturaleza. Por tanto, no tiene sentido hablar del conocimiento. El miedo al conocimiento es natural; todos lo experimentamos, y no podemos hacer nada al respecto. Pero por temible que sea el aprendizaje, es más terrible la idea de un hombre sin conocimiento.
Enfadarse con la gente significa que uno considera que los actos de los demás son importantes. Es imperativo dejar de sentir de esa manera. Los actos de los hombres no pueden ser lo suficientemente importantes como para contrarrestar nuestra única alternativa viable: nuestro encuentro inmutable con el infinito.
Cualquier cosa es un camino entre un millón de caminos. Por tanto, un guerrero siempre debe tener presente que un camino es sólo un camino; si siente que no debería seguirlo, no debe perma­necer en él bajo ninguna circunstancia. Su decisión de mantenerse en ese camino o de abandonarlo debe estar libre de miedo o ambición. Debe obser­var cada camino de cerca y de manera deliberada. Y hay una pregunta que un guerrero tiene que hacerse, obligatoriamente: ¿Tiene corazón este camino?
Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Sin embargo, un camino sin cora­zón nunca es agradable. En cambio, un camino con corazón resulta sencillo: a un guerrero no le cuesta tomarle gusto; el viaje se hace gozoso; mientras un hombre lo sigue, es uno con él.
Existe un mundo de felicidad donde no hay diferencia entre las cosas porque en él no hay nadie que pregunte por las diferencias. Pero ése no es el mundo de los hombres. Algunos hombres tienen la arrogancia de creer que viven en dos mundos, pero eso es pura arrogancia. Hay un único mundo para nosotros. Somos hombres, y debemos transitar con alegría el mundo de los hombres.
El hombre tiene cuatro enemigos naturales: el miedo, la claridad, el poder y la vejez. El miedo, la claridad y el poder pueden superarse, pero no la vejez. Su efecto puede ser pospuesto, pero nunca vencido.

COMENTARIO
La esencia de todo cuanto me dijo don Juan al principio de mi aprendizaje se halla encapsulada en la naturaleza abstracta de estas citas, seleccionadas del primer libro, Las enseñanzas de don Juan. En la época en que se produjeron los hechos que se describen en el libro, don Juan hablaba mucho de aliados, de plantas de poder, de Mes­calito, del humito, del viento, de los espíritus de los ríos y los montes, del espíritu del chaparral, etcétera. Cuando más adelante le recordé la importancia que había dado a aquellos elementos y le pregunté que por qué no hablaba ya de ellos, admitió sin rubor que me había soltado toda aquella palabrería pseudoindia al principio de mi aprendizaje por mi bien.
Me quedé estupefacto. Me pregunté cómo podía afirmar tal cosa que, obviamente, era falsa. Resultaba evidente que lo decía con sinceridad, y si había alguien capacitado para juzgar la veracidad de sus palabras y de sus estados de ánimo, ése era yo.
No te lo tomes tan en serio dijo, riendo. Disfruté mucho contándote todas esas bobadas, y aún disfruté más porque sabía que lo hacía por tu bien.
¿Por mi bien, don Juan? ¿Qué aberración es ésta?
Sí, por tu bien. Te engañé dirigiendo tu atención sobre elementos de tu mundo que te provocaban una profunda fascinación, y tú te tragaste el anzuelo, el sedal y la plomada.
»Lo único que me hacía falta era captar toda tu atención. Pero ¿cómo podría haberlo hecho cuando tenías un espíritu tan poco disciplinado? Tú mismo me repetías una y otra vez que permanecías conmigo porque encontrabas fascinante lo que yo decía sobre el mundo. Lo que no sabías expresar era que la fascinación que sentías se debía a que apenas reconocías vagamente cada elemento del que te hablaba. Por supuesto, pensabas que aque­lla vaguedad era chamanismo, y te atrajo, lo que quiere decir que te quedaste.
¿Le hace eso a todos, don Juan?
No a todos, porque no todos vienen a mí y, sobre todo, porque no me intereso por cualquie­ra. Estuve y estoy interesado en ti, sólo en ti. Mi maestro, el nagual Julián, me engañó de un modo similar. Me engañó a causa de mi sensuali­dad y mi avaricia. Me prometió conseguirme todas las mujeres bonitas que lo rodeaban y me prometió cubrirme de oro. Me prometió una for­tuna, y caí en la trampa. Todos los chamanes de mi linaje han sido engañados de ese modo des­de tiempo inmemorial. Los chamanes de mi lina­je no son maestros o gurús. Les importa un comino enseñar su conocimiento. Quieren here­deros para su conocimiento, no gente vagamente interesada en su conocimiento por razones inte­lectuales.
Don Juan tenía razón cuando dijo que me había atrapado con su artimaña. Yo creía que ha­bía encontrado al chamán informante ideal al que todo antropólogo aspira. Fue en esta época cuan­do, bajo los auspicios de don Juan y debido a su influencia, escribí diarios y recolecté viejos mapas que mostraban los sitios de los pueblos de los indios yaqui a lo largo de los siglos, comen­zando por las crónicas de los jesuitas de finales del siglo XVIII. Registraba todos esos sitios e identificaba los cambios más sutiles, y me pre­guntaba y sopesaba por qué se trasladaban los pueblos a otros lugares y por qué se disponían de forma ligeramente distinta cada vez que se reubicaban.
Las pseudoespeculaciones sobre la razón, y las dudas razonables, me abrumaban. Recopilé miles de páginas llenas de posibilidades y notas abrevia­das, extraídas de libros y de crónicas. Era un perfecto estudiante de antropología. Don Juan me ani­maba en mi fantasía tanto como podía.
No hay voluntarios en el camino del guerre­ro me dijo don Juan a guisa de explicación. Un hombre ha de ser forzado a seguir el camino del guerrero en contra de su voluntad.
¿Y qué hago con las miles de notas que reco­pilé a causa de sus engaños, don Juan? le pre­gunté entonces.
Su respuesta me conmocionó.
¡Escribe un libro sobre ellas! respon­dió. De todos modos, seguro que si empiezas a escribirlo nunca las utilizarás. Son inútiles; pero ¿quién soy yo para decírtelo? Averígualo por ti mismo. Sin embargo, no te propongas escribir un libro como lo haría un escritor. Propónte hacerlo como un guerrero, como un chamán guerrero.
¿Qué quiere decir con eso, don Juan?
No lo sé. Averígualo por ti mismo.
Tenía toda la razón. Nunca utilicé aquellas notas. En cambio, y sin que yo lo pretendiera, me encontré escribiendo acerca de la existencia de un sistema de cognición diferente y de sus inconcebi­bles posibilidades.


Citas de Las enseñanzas de don Juan, Carlos Castaneda, de La rueda del Tiempo (1998)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Etiquetas

Videos (231) Jose Luis Colombini (115) Osvaldo Guevara (111) Café Literario Traslasierra (93) Rafael Horacio López (86) Aldo Luis Novelli (76) Claudio Suarez (69) Antonio Esteban Agüero (65) Alejandro Nicotra (64) Roberto Jorge Santoro (64) Juan L. Ortiz (59) Baldomero Fernández Moreno (50) Oscar Guiñazú Alvarez (50) Gianni Siccardi (49) Olga Orozco (49) Vicente Huidobro (49) Jorge Teillier (48) Aldo Pellegrini (47) Elvio Romero (47) Enrique Lihn (47) Felipe Angellotti (45) Gloria Fuertes (45) Circe Maia (41) Hermann Hesse (41) Fernando Pessoa (36) Rodolfo Alonso (35) Vicente Aleixandre (35) Horacio Castillo (34) Gonzalo Rojas (33) Miguel Ortiz (33) Alejandra Pizarnik (32) Edgar Bayley (31) Raúl Gustavo Aguirre (29) Rodolfo Godino (29) Alberto Luis Ponzo (28) Anton Chejov (28) César Vallejo (28) Daniel Conn (28) Marco Denevi (27) Octavio Paz (27) Gabriela Bayarri (26) Jorge Ariel Madrazo (26) Théophile Gautier (26) Alberto Girri (25) Carlos Garro Aguilar (25) Jacques Sternberg (25) Jaime Saenz (25) Leónidas Lamborghini (25) Leandro Calle (24) Orfila Bardesio (24) Leopoldo Marechal (23) H. P. Lovecraft (22) Poetas Chinos (22) William Carlos Williams (22) Carlos Castaneda (21) Grupo Literario Tardes de la Biblioteca Sarmiento (21) Horacio Preler (21) Leopoldo "Teuco" Castilla (21) O. Henry (21) Sandro Penna (21) Sandro Tedeschi (21) Witold Gombrowicz (21) Julio Bepré (20) Mario Torres (20) Nicanor Parra (20) Cesar Moro (19) Francisco Madariaga (19) María Meleck Vivanco (19) Vicente Luy (19) Omar Yubiaceca (Jorge Omar Altamirano) (17) Jorge Luis Carranza (16) Teresa Gómez Atala (16) Ariel Canzani (15) Manuel Mujica Laínez (15) Marcelo Dughetti (15) Ana Cristina Cesar (14) Carlos Drummond de Andrade (14) Isidoro Blaisten (14) Karen Alkalay-Gut (14) Manuel López Ares (14) Mircea Eliade (14) Nestor Perlongher (14) Raymond Carver (14) Richard Aldington (14) Spencer Holst (14) Alaide Foppa (13) Andres Utello (13) Anne Waldman (13) Antonin Artaud (13) Charles Baudelaire (13) José B. Adolph (13) Lawrence Ferlinghetti (13) Marcel Schwob (13) Miguel Angel Bustos (13) Ricardo Rubio (13) Sam Shepard (13) Teresa Wilms Montt (13) Cecilia Meireles (12) Ernesto Cardenal (12) Jose Emilio Pacheco (12) Rainer María Rilke (12) Laura López Morales (11) Música (11) Rodolfo Edwards (10) Carlos Bousoño (9) Victor Saturni (9) Adrian Salagre (8) Eugenio Mandrini (8) Federico Garcia Lorca (8) Horacio Goslino (8) Inés Arredondo (8) José María Castellano (8) Juan Jacobo Bajarlia (8) Julio Requena (8) Roberto Juarroz (8) Roque Dalton (8) Allen Ginsberg (7) Antonio Porchia (7) Basho (7) Carlos Oquendo de Amat (7) Charles Simic (7) Conde de Lautréamont (7) Francisco Rodríguez Criado (7) Gaspar Pio del Corro (7) Gerardo Coria (7) Gianni Rodari (7) Hans Magnus Enzensberger (7) Leonard Cohen (7) Li Bai (7) Li Po (7) Litai Po (7) Lope de Vega (7) Norah Lange (7) Oliverio Girondo (7) Pedro Serazzi Ahumada (7) Robert Frost (7) Eduardo Galeano (6) Gregory Corso (6) John Forbes (6) Revista El Gato del Espejo (6) Torquato Tasso (6) Victoria Colombini Lauricella (6) William Shand (6) Círculo de Narradores de Traslasierra “ Paso del Leon” (5) Hugo Mujica (5) Jorge Luis Borges (4) Leopoldo Lugones (4) Eduardo "Lalo" Argüello (3) Encuentro Internacional de Poetas "Oscar Guiñazù Alvarez (3) Roberto Bolaño (3) Tomas Barna (3) Pablo Anadón (2) Pablo Neruda (2) Ricardo Di Mario (2) Rubén Darío (2) Susana Miranda (2) Walter Ruleman Perez (2) Antonio Machado (1) Beatriz Tombeur (1) Eduardo Fracchia (1) Enrique Banchs (1) Enrique Molina (1) Ernesto Sábato (1) Jose Caribaux (1) Juan Gelman (1) Julio Cortázar (1) Mario Pacho O Donnell (1) Ricardo Piglia (1) Victoria Ocampo (1)