DESDE EL POEMA
¿Para quién esta tinta, este ejercicio
de soledad que busca noches?
Pienso
en el que bebe, con su vino, el otro
alcohol: de desamparo, y tedio, y muerte;
pienso en el caminante de una plaza,
su lectura de pájaros y hojas,
su pensar distraído por las fuentes;
pienso en el hombre de las oficinas
o los talleres, cuando desvestido
de aceites y estadísticas contempla
el pan, la mesa, el aire de su casa;
pienso en dos que se quieren en un bar,
en un andén, en un hotel sombrío;
pienso en el que recorre, como un niño,
calles y calles (siempre hay una calle)
para buscar lo que no encuentra, el rostro
que haga mágico el mundo, otros veranos.
Siempre se escribe para alguien.
Alguien
que en un bar, en un cuarto, en una plaza,
una tarde cualquiera se incorpora
(desde qué lejanías de qué ser)
convocado por unas pocas sílabas,
también ávidas.
Alejandro Nicotra
"Del libro "Detrás, las calles", Colección
Adonais, Edit. Rialp, Madrid, 1971.
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