Las banderas de orfandad
Enrojecen la lluvia
La partición de las estrellas
Descubre oscuridad sobre los mismos cuerpos que luminosos nos herían
Agotados estaban de escandalosos sueños
Sin conocer del llanto esa orla de pies inertes
Su filo de flamencos que van minando las profundas sedas
Las mordidas de besos
Las diminutas lunas de la mano
Deseo por deseo
El borde de mis labios amaneció vacío
Adormideras del mar
Retengo a mi costado
Escalofrío de extremaunción convocan las campanas
De norte a sur
Su oficio de follaje y negra sed se instala en las murallas
La palabra cabeza funda banderas lejos de su templo
En ingle alucinada
En rojo ardiendo
En gotas de atormentados niños cayendo a sobresalto
Aullando a flor de vientre desde una comisura de relojes
Busco el secreto manuscrito de Ruanda
Su memoria discriminada al cielo polvoriento
Y el pobre Dios cruzaba la frontera esparciendo como al acaso pétalos
Naturalmente la víspera caían
Abriendo al mundo de par en par sus ritos para que entrara el mago de la suerte
Y pagar su rescate de azucenas
Desnudo hasta el cabello
Prendido de una nube como si fuera un ángel
María Meleck Vivanco
De Canciones para Ruanda Ediciones de La Sociedad de los Poetas Vivos. Colección de poesía elefante en el bazar .Buenos Aires,1996
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