La muerte de los artistas, Charles Baudelaire
¿Cuánto mis cascabeles tendré que agitar
y besarte la frente, triste caricatura?
Para dar en el blanco, de mística virtud,
¿cuántas flechas tendré que disparar?
En intentos inútiles nuestra alma gastaremos,
y nuestra fuerte armadura hemos de destruir,
antes de vislumbrar la divina Criatura
cuyo infernal deseo nos colma de gemidos.
Algunos nunca conocieron a su ídolo,
escultores malditos que la ignominia selló,
que golpean con odio su pecho y su frente,
sin más esperanza, !Capitolio sombrío!
que la muerte, cerniéndose como sol perenne,
logrará, al fin, que explosionen las flores de su mente.
Charles Baudelaire
Versión de José Luis Colombini