LOS NIÑOS
De tanto en tanto
tropezamos con un sendero
de violetas amarillas
algunas
pocas azules grandes violetas
azules en
el bosque del cementerio
recogimos
manojos de ellas
había ahí una familia
llamada Foltette
una familia numerosa
con muchas tumbas de niños
así que recogimos
manojos de violetas
y pusimos uno
sobre cada lápida.
William Carlos Williams
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31 de diciembre de 2023
Los niños, William Carlos Williams
30 de diciembre de 2023
Autorretrato, William Carlos Williams
Autorretrato
Con rojo gorro invernal azules
ojos sonriendo
solo la cabeza y hombros
embutidos en el lienzo
brazos cruzados la gran
oreja derecha el rostro
ligeramente inclinado
un grueso abrigo de lana
con anchos botones
abrochados al cuello revela
una nariz bulbosa
pero los ojos enrojecidos
por el uso excesivo debió
forzarlos
pero las delicadas muñecas
dejan ver que fue un
hombre ajeno al
trabajo manual su rubia
barba afeitada a medias
sin tiempo para nada
más que su pintura
William Carlos Williams
29 de diciembre de 2023
A una pobre vieja, William Carlos Williams
A una pobre vieja
masticando una ciruela en
la calle una bolsa de papel
está en su mano
le saben bien
saben bien
a ella saben
bien a ella
puedes notarlo
en su modo de darse
a la mitad del todo
chupada en su mano
le queda el consuelo
de ciruelas maduras
que parecen llenar el aire
y saben bien.
William Carlos Williams
28 de diciembre de 2023
Poema, William Carlos Williams
POEMA
La rosa se marchita
y renace otra vez
de su semilla, naturalmente
pero dónde
irá sino al poema
para no ver
disminuido
su esplendor
William Carlos Williams
27 de diciembre de 2023
Joven sicomoro, William Carlos Williams
JOVEN SICOMORO
¿Sabes?
este árbol joven
cuyo tronco redondo y firme
entre el mojado
pavimento y la coladera
(donde el agua
gotea) se alza
corpóreo
en el aire
con un impulso
ondulante a la mitad –
y luego
se divide y mengua
disparando
nuevas ramas hacia
todas partes –
se cuelga capullos
se adelgaza
hasta reducirse
a dos
ramas
excéntricamente anudadas
que se doblan
como cuernos superiores
William Carlos Williams
26 de diciembre de 2023
Canción de verano, William Carlos Williams
Canción de verano
Luna vagabunda
sonriéndole con
apenas ironía
a esta
mañana de verano
brillante, húmeda de rocío,-
una sonrisa
distante, de indiferencia
somnolienta,
una sonrisa de vagabunda, -
Si comprara
una camisa
de tu color y
me pusiera una corbata
azul-cielo
¿A dónde me llevarían?
William Carlos Williams
13 de febrero de 2023
Una suerte de canción, William Carlos Williams
UNA SUERTE DE CANCION
Deja que la serpiente espere
en su guarida
y la escritura
sea de palabras, quedas y veloces, afiladas
para la embestida, quietas a la espera,
desveladas.
-Reconciliar por la metáfora
a la gente con las piedras.
Componer (no ideas, cosas) Inventar!
Saxífraga es la flor que abre rocas.
William Carlos Williams
12 de febrero de 2023
Justo es decirlo, William Carlos Williams
Justo es decirlo
Me comí
las ciruelas
que había
en la nevera
y que
probablemente tú
reservabas
para desayunar
Perdóname
estaban deliciosas
tan dulces
y tan frías
William Carlos Williams
11 de febrero de 2023
Dolencia, William Carlos Williams
DOLENCIA
Me llaman y yo voy.
El camino está helado
pasada la medianoche, un polvo
de nieve preso
en las huellas rígidas de los autos.
La puerta se abre.
Sonrío, entro y
me sacudo el frío.
He aquí a una mujer enorme
en su lado de la cama.
Está enferma,
quizás vomita,
quizás está pariendo
a su décimo hijo. ¡Alegría! ¡Alegría!
La noche es un cuarto
oscurecido para los amantes,
¡a través de las persianas el sol
pasa una aguja de oro!
Le aparto el pelo de la cara
y miro su miseria
con compasión.
William Carlos Williams
9 de febrero de 2023
Paisaje con la caída de Ícaro, William Carlos Williams
Paisaje con la caída de Ícaro
Según Brueghel
cuando Ícaro cayó
era primavera
un granjero araba
su campo
y toda la pompa
del año
se despertaba
cosquilleando cerca
la orilla del mar
ocupada
en sí misma
sudando bajo el sol
que derretía
la cera de las alas
insignificante
más allá de la costa
hubo
un chapoteo casi imperceptible
esto era
Ícaro ahogándose.
William Carlos Williams
8 de febrero de 2023
Ventisca, William Carlos Williams
Ventisca
Cae la nieve:
años de furia detrás de
horas que flotan perezosas--
la ventisca
arrastra su peso
más y más hondo por tres días
¿o sesenta años, eh? Después
¡el sol! una maraña de
copos azules y amarillos--
Árboles que parecen hirsutos
sobresalen en los callejones largos
por encima de una soledad salvaje.
El hombre se da vuelta y allí --
su huella solitaria extendida
sobre el mundo.
William Carlos Williams
7 de febrero de 2023
El pensador, William Carlos Williams
EL PENSADOR
Las nuevas pantuflas rosas de mi mujer
tienen unos alegres pompones.
Ni una sola mancha, ni una mota
en su puntera de raso o en los laterales.
Por la noche descansan juntas
bajo su lado de la cama.
Por la mañana, entre tiritones,
las entreveo y me sonrío.
Más tarde las miro
bajar por la escalera,
pasar apresuradas por las puertas
y trajinar en torno a la mesa,
moviéndose con decisión
¡y con un bamboleo
de sus alegres pompones!
Y colmado de felicidad hablo con ellas
en mis adentros.
William Carlos Williams
25 de abril de 2022
La cosa, William Carlos Williams
La cosa
cada vez que suena
pienso que es para
mí pero no es
para mí ni para
nadie simplemente
suena y nosotros
amargamente la servimos
juntos, ellos y yo
William Carlos Williams
24 de abril de 2022
¿Por qué escribo hoy?, William Carlos Williams
¿POR QUÉ ESCRIBO HOY?
La belleza de
los terribles rostros
de nuestros don nadie
me mueve a hacerlo:
mujeres negras,
jornaleros andrajosos
– viejos y baqueteados–
de regreso al anochecer,
rostros como
viejo roble florentino.
También
vuestras caras
de cartón me mueven
–ciudadanos eminentes–
pero no
del mismo modo.
William Carlos Williams
23 de abril de 2022
Llegada, William Carlos Williams
LLEGADA
Y sin embargo uno llega de algún modo,
se encuentra desabrochando los botones
de su vestido
en una habitación desconocida--
siente al otoño
gotear sus hojas de seda y lino
entre los tobillos de ella.
El cuerpo sórdidamente venoso emerge
retorcido sobre sí
¡como un viento invernal..!
William Carlos Williams
22 de abril de 2022
El poema, William Carlos Williams
EL POEMA
Todo está en
el sonido. Una canción.
Muy rara vez una canción. Debiera
de ser una canción – compuesta de
detalles, una avispa,
una genciana – cosas
inmediatas, abiertas
tijeras, de una dama
los ojos – despertando
centrífuga, centrípeta
William Carlos Williams
Consagración de un pedazo de tierra, William Carlos Williams
Consagración de un pedazo de tierra
Este pedazo de tierra
frente a las aguas de esta ensenada
consagra la viviente presencia
de Emily Dickinson Wellcome
que nació en Inglaterra, se casó,
perdió a su marido y con su hijo
de cinco años se embarcó
en un barco de dos mástiles, rumbo
a Nueva York, fue aventada hasta las Azores,
encalló en los bancos de la Isla del Fuego,
en una casa de huéspedes de Brooklin
encontró a su segundo marido,
se fue con él a Puerto Rico,
parió otros tres hijos, perdió
a su segundo marido, vivió
trabajosamente ocho años
en Santo Tomás y en Santo Domingo, siguió
a su hijo mayor a Nueva York, perdió
a su hija, a su "nene",
recogió a los chicos del hijo mayor
de su segundo matrimonio, los crió
__ quedaron huérfanos__ peleó
por ellos con la otra abuela
y las tías, los trajo aquí
verano tras verano y aquí se defendió
contra pícaros, tormentas, sol, fuego,
contra las moscas, contra
las muchachas que venían a husmear,
contra la sequía, la cizaña, las marejadas,
los vecinos, las comadrejas ladronas
de gallinas, contra
la flaqueza de sus propias manos
y la fuerza creciente
de los muchachos, contra el viento,
las piedras, los intrusos, las grietas,
contra su propia alma.
Desenyerbó esta tierra con sus manos,
tiranizó desde esta parcela, puso
como trapo al hijo mayor
hasta que no la compró, aquí
vivió quince años, aquí
alcanzó la soledad final y __
Si no puedes traer nada sino
tu osamenta: quédate afuera.
William Carlos Williams
21 de abril de 2022
Una canción de amor, William Carlos Williams
UNA CANCIÓN DE AMOR
¿Qué tengo para decirte
Cuando nos encontremos?
Sin embargo-
Estoy acá pensando en vos.
La mancha del amor
Se extiende sobre el mundo.
Amarilla, amarilla, amarilla,
Devora entre las hojas,
Unta de azafrán
Las ramas enastadas que se inclinan
Pesadamente
Contra un cielo blando y violáceo.
No hay luz-
Sólo una mancha espesa como miel
Goteando de hoja en hoja
Y de rama en rama
Estropeando los colores
Del mundo entero.
Estoy solo.
El peso del amor
Me sostuvo
Hasta que mi cabeza
Dio contra el cielo.
¡Mirame!
Mi pelo chorrea néctar-
Los tordos se lo llevan
Sobre sus alas negras.
Mirá, mis brazos y
Mis manos por fin están
Sin hacer nada.
¿Cómo puedo decir
Si voy a volver a amarte como ahora
Alguna vez?
William Carlos Williams
Retrato de una dama, William Carlos Williams
20 de abril de 2022
Nantucket, William Carlos Williams
Nantucket
Flores en la ventana
lila y amarillo
alteradas por la cortinas blancas—
olor a limpieza—
Luz de final de la tarde—
En la bandeja de vidrio
un jarro de vidrio, el vaso
volteado para abajo, junto al cual
hay una llave — y el
blanco lecho inmaculado.
William Carlos Williams