Sobre los poemas «Besinnung»
(«Reflexión») y «Stufen»
(«Etapas»)
En aquel poema («Besinnung») de diciembre de
1933, traté de esbozar con el mayor rigor posible, en principio para mí mismo,
los fundamentos de mí fe. Al parecer, Usted ha tomado el poema menos al pie de
la letra de lo que fue mi intención: en el poema califico al espíritu de
«paterno», mientras que Usted leyó «materno».
Supone correctamente que el poema se basa en
un cambio, en una «reflexión» incipiente sobre mi origen, que es cristiano. La
necesidad de formularla surgió del conflicto actual entre los puntos de vista
«biocéntrico» y «logocéntrico», y yo quería declararme expresamente partidario
del segundo.
(Carta, 1935)
Eche también una mirada al «Demian» y a la
última poesía en «Baum des Lebens» («Árbol de la vida») (Insel-Bücherei). De
estas dos confesiones que en parte parecen contradictorias, y a las que, por
cierto, pertenece también «Siddhartha», puede Usted colegir aproximadamente mi
idea sobre la vida. Reducirla a un sistema conceptual y dar a la vida un
«sentido» dogmático objetivo, como Usted espera de mí, es algo que me impide mi
sentido del arte. Entre los credos que ha formulado la humanidad admiro sobre
todo el de los antiguos chinos y el de la Iglesia católica. En éstos el
individuo, destinado a la personalidad, no encuentra solamente tranquilidad,
pues su «sentido» no es la tranquilidad; su «sentido» requiere que tenga que
crearse mucha intranquilidad.
(Carta, 1934)
Sobre «Stufen» habría que decir que es un
poema que pertenece al «Glasperlenspiel», un libro que entre otras cosas trata de
las religiones y filosofías de la India y de la China. Allí predomina la idea
de una nueva vida para todos los seres, aunque no en el sentido de un más allá
cristiano con paraíso, purgatorio e infierno. La idea me es completamente
familiar, y lo es también para el autor imaginado de ese poema, Josef Knecht.
En efecto, he pensado en una existencia o un principio después de la muerte,
aunque no creo de una manera absoluta y material en la reencarnación. Las
religiones y los mitos son como la poesía, el intento de la humanidad de
expresar en imágenes esos misterios indescriptibles que vosotros tratáis
inútilmente de traducir a un racionalismo plano.
(Carta, 1957)
Hermann Hesse
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