Y el valle violento es como un matuasto al sol
Galopado de turbulencias
Volvía del castigo
Y recordé los tártagos
Donde enredaba música la luciérnaga triste con
instrumentos traídos de la guerra
La huida a contraluz
Los corredores que sepulta la tierra gris y el viaje de
la aurora
Cuidan mi corazón
Mi vino pálido que noche a noche sorbe la metralla
Yo he intentado morir
Y no he podido
Desciende el viento pero nunca muero
Quema lágrima heroica en carne que supura tanta impiedad
Tanta neblina ansiosa
Dios proteja esta herida dulcemente
Y entorne las ventanas del espejo.
Y el valle violento es como un matuasto al sol
Galopado de turbulencias
No hay comentarios:
Publicar un comentario