En enero, en este enero que paso
traté de suicidarme.
Me tomé 30 de estas:
En relación a los excesos el prospecto decía:
síndrome parkinsoniano gravísimo, coma, coma.
Pero ni el Parkinson ni el coma
se hicieron presentes.
Las reboté.
¿Qué sentí mientras esperaba a dormirme?
Que ni esteba más lúcido ni más en contacto.
El desinterés cósmico, eso sentí.
Vicente Federico Luy
de ¡Qué campo ni campo! Llanto de mudo Ediciones (2008)
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