El
A Allen Ginsberg
El es uno de los profetas que volvieron
es
uno de los profetas pelucones que volvieron
El tenía barba en el Viejo Testamento
pero
se la afeitó en Paterson
Tiene un micrófono en el cuello
en
una lectura de poesía
y
es más que un poeta
y
es un viejo perpetuamente escribiendo un poema
sobre
un viejo
que
cada dos pensamientos es Muerte
y
que está escribiendo un poema
sobre
un viejo
como
la figura en una caja de alimentos
que
muestra una figura con una caja en las manos
sobre
la cual hay una figura
que
tiene una caja en las manos
y
la figura más y más pequeña
y
cada vez más lejana
una
figura de la misma realidad encogiéndose
El es uno de los profetas que volvieron
para
ver escuchar pasar un resumen exacto
del
estado presente
del
mundo encogiéndose
Tiene botones en los ojos
con
los que se abotona
a
cada pie de la existencia
y
a cada nudo de rumor
de
la naturaleza de la realidad
Y
su ojo se fija
en
cada persona o cosa perdida
y
espera que se mueva
como
un gato con un ratón blanco muerto
que
sospecha que éste esconde
alguna
pequeña pista de la existencia
y
espera con gentileza
que
se revele
y
es bueno como el cordero de dios
hecho
en costillas locas
y
él toma cualquier objeto sospechoso
y
él toma cualquier persona o cosa
examinándolas
o batiéndolas
como hace un ratón blanco con un piolín
pensando
que la cosa está viva
y
la bate para que hable
y
la bate para que viva
y
la bate para que hable
El es un gato que se arrastra a la noche
y
duerme su budismo en la hora violeta
y
escucha el sonido de tres manos a punto de aplaudir
y
lee la escritura de la sartén de su mente
el
jeroglífico de la existencia
El es un culo parlante sobre un palo
es
una radio con dos patas
y
se pone el micrófono en la oreja
y
se pone el micrófono en la boca
y
escucha Muerte Muerte
Tiene una cabeza con una lengua caída
en
la espalda de su boca
y
habla con una lengua animal
y
el hombre ha inventado un lenguaje
que
ningún otro animal entiende
y
su lengua ve y su lengua habla
y
su propia oreja oye lo que se dice
y
se agarra de la cabeza
y
oye Muerte Muerte
y
tiene una lengua para decirlo
que
otro animal no va a entender
El es una raíz bifurcada caminando
con
un ojo de nudo y agujero en medio de la cabeza
y
el ojo se vuelve para afuera o para adentro
y
ve y se enoja
y
se enloquece y ve
Y es el ojo enloquecido de la cuarta
persona singular
de
la que nadie habla
y
es la voz de la cuarta persona singular
en
la que nadie habla
y
que sin embargo existe
con
la cabeza larga y una cara de capa idiota
y
el largo pelo loco de la muerte
del que nadie habla
Y él habla de sí mismo y habla de los
muertos
de
su madre muerta y de tía Rosa
con
los pelos largos y las uñas largas
que
crecen y crecen
y
vuelven en sus palabras sin manicura
Y él ha regresado con el pelo negro
y
los ojos negros y los zapatos negros
y
el gran libro negro de su historia
Y él es un gran pájaro negro con una pata
alzada
para
escuchar el sonido de la vida revelándose
en
la concha de sus sentidos
y
habla de cantar de salir de la piel
y
pica con su lengua en la concha
y
ve Luz luz y oye Muerte muerte
de
la que nadie habla
Porque él es una cabeza con cabeza de
visión
y
suya es la mirada del lagarto
y
su visión desabotonada es la puerta
donde
se para y espera y escucha
a
la mano que golpea y aplaude y golpea y aplaude y derriba su
Muerte
Muerte
Porque él es su propia iluminación extática
y
es su propia alucinación
y
es su propio encogimiento
y
su ojo se vuelve hacia la cabeza encogida del mundo
y
oye a su órgano decir Muerte Muerte
una
música sorda
Porque él ha llegado al fin del mundo
y
es la carne impertinente hecha verbo
y
dice la palabra que escucha en su carne
y
la palabra es Muerte
Muerte Muerte
Muerte Muerte
Muerte
Muerte
Muerte Muerte
Muerte
Muerte Muerte
Muerte Muerte
Muerte Muerte
Muerte Muerte
Muerte Muerte
Muerte Muerte
Muerte
Muerte
Muerte
Muerte Muerte
Muerte
Muerte
Muerte Muerte
Lawrence Ferlinghetti