Parejas fantasmas
A Aida Cavalante y Tita de Puzzer
Hay una selva infinita alojada en tus ojos
resistiendo los bosques oscuros
Amaneciendo vientos quo estremecen
párpados de agua perdurable
Soltando incendios y espumas
de tristísimas palabras `
Marcando a fuego la piedra invertida del tiempo
Hay cuerpos de ira pulsados en la cima do cielos negros
Y viñas superpuestas entremezclando cenizas de flores
Manos de ahogados que la dicha maltrató
en compuertas de infortunado oro
en parasoles de verano sin ángeles
Ya lo malo y lo óptimo se dijo
Ahora se eleva un buitre
picoteando espejos y vidrios quemados
Solo en ese sitio se amarán las parejas fantasmas
—cartas al infierno entre frágiles manzanos—
Las que exploran las miserias de Dios
María Meleck Vivanco
De Los Infiernos Solares, Fundación Argentina para la
poesía (1988)