Tao Yuan-ming (372-427 d. de C.)
Vivió en el difícil período que precedió a la fundación
de la dinastía T'ang. Durante un tiempo ocupó un cargo oficial, pero renunció a
los ochenta y tres días porque, según sus palabras: "no puedo doblar las
bisagras de mi espalda para hacerle reverencias a un funcionario
corrupto". Así, volvió al campo con su familia para vivir la vida de un
"caballero campesino", trabajando la tierra y escribiendo poesía.
Solía decir que "el mayor placer de la vida es hacer bromas con los
niños". Tenía un amor especial por los crisantemos, y al día de hoy, es
difícil para un chino pensar en crisantemos sin pensar en Tao Yuan-ming. Se lo
suele llamar "el poeta de la casa y el jardín", y hay una historia
idílica que narra cómo él trabajaba en la parte de adelante del campo y su
esposa en la parte de atrás. Profundo bebedor, le dedicó varias poesías al
vino. Su cuento La Fuente del Duraznero quedó definitivamente incorporado como
leyenda en la cultura china.
Leyendo el Libro de Lugares
A comienzos del verano los bosques y hierbas prosperan,
alrededor de mi cabaña abundan las ramas y las sombras.
Numerosos pájaros se deleitan en sus santuarios,
y yo también amo mi cabaña.
Después que he arado y sembrado,
vuelvo y leo mis libros.
El sendero estrecho sin huellas profundas,
frecuentemente ha hecho regresar el carruaje de un amigo.
Alegremente sirvo mi vino de primavera,
y junto la lechuga que crece en mi huerta.
Una lluvia fina llega desde el Este,
y la sigue un dulce viento.
Ociosamente leo las leyendas del rey Chou,
y miro el mapa de los lugares raros.
En un momento estoy volando a través del Universo.
¿Cómo un hombre así podría ser infeliz?
Tao Yuan-ming