Partes del todo
Allí, en cada parte
se encierra el todo,
en cada molécula de lluvia
se lee el próximo diluvio,
en los cerrojos oxidados
el azufre y plomo de la soledad,
y en esa ínfima parte de tus poros
se ocultan las caricias
que nos prohibimos.
Aldo Luis Novelli
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18 de septiembre de 2024
Partes del todo, Aldo Luis Novelli
17 de septiembre de 2024
Salvador green, Aldo Luis Novelli
Salvador green
Desde hoy voy a darle un sentido a mi vida/
dejaré de beber como un desahuciado
de fumar como un escritor solitario
y de fornicar como un animal en celo.
Voy a cambiar radicalmente mi vida.
Ya basta de orgías desenfrenadas con mujeres sin fe
de apostar a la muerte en cada golpe de dados
de beberme el alba en alcoholes baratos
entre borrachos y poetas fantasiosos.
Me quitaré de la cabeza la idea de que el progreso fue un fracaso
de que el mundo es un deshecho de esta ambición sin fin
y que la llamada especie humana/ ha desaparecido definitivamente.
Dejaré de escribir papeles inútiles que nadie lee
intentando ganarme no se que cielo prometido/
el cielo está contaminado de misiles nucleares
y los ángeles murieron carcomidos por la radiación.
Ya no buscaré flores en el desierto
para dárselas a ellas como ofrenda de amor.
Voy a darle un vuelco a mi vida.
Me afiliaré a los buenos de Green Peace
formaré una fundación con artistas y deportistas
preocupados por los animales/
y me dedicaré enteramente a salvar al peludo patagónico
de las garras de los charanguistas.
Si bien aún no es una especie en extinción
pero si seguimos así/ pronto lo será
el folklore los exterminara dentro de poco tiempo/
hasta usarán al quirquincho bola para jugar al fútbol playero.
¡No quiero ver ese día!
Seguirán muriendo de hambre niños en Bangladesh/ Tucumán o Etiopía
continuarán muriendo mujeres y hombres del tercer mundo
de enfermedades curables en el primer mundo/
pero sepan ustedes una cosa
cuando desaparezcan los últimos sobrevivientes
el peludo patagónico estará vivito y coleando
y será gracias a mí
el salvador green de la patagonia.
Aldo Luis Novelli
18 de agosto de 2024
Patio, Claudio Amancio Suárez
Patio
Aquí se está llamando a las creaturas
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras.
San Juan de la Cruz
Para que los Ángeles
vuelvan a descansar en las puertas de mi corazón
abierto a la dulce memoria.
Con la sedición
del tiempo y los claveles rotos
he vuelto a la infancia
del país vertical
buscando
las sombra de mis padres y
aquel dulce no hacer nada, que hizo todo diferente.
Claudio Amancio Suárez
16 de agosto de 2024
Adiós a mi padre, Claudio Amancio Suarez
Adiós a mi padre
Mi padre muerto va adelante,
detrás marcha enero y la geografía de la lluvia.
Un bosque de flores en lenta caravana
también vine marchando
no sé de donde.
Un rayo hiere el cielo,
mi padre habla al paso de su sombra.
-la ausencia es un misterio que sólo ven los pájaros
y entre límites secretos, tiene mucho nombres,
muchos rostros, muchos gestos y palabras,
con todo eso se hace la verdad- Dice mi padre.
El viento siempre tiene razón,
mi padre habla dormido
con una voz joven
venida de muy lejos: no digas que he muerto y recuerda
que he amado en travesía tu sueño presuntuoso.
Un tumulto de vida en mi repite
la claridad de su mirada, sepultada en esa ceniza
llamada tiempo, limpia compresa
que cubre la vieja herida.
Claudio Amancio Suarez
14 de agosto de 2024
Muleta, Claudio Amancio Suarez
Muleta
Convertida en eco,
la música es luz del silencio,
que teje, borda o descuelga de un golpe
todos los recuerdos y permite vivir,
con rabiosa lucidez el cielo
de la palabra cielo.
Cifra esculpida en humo,
pequeña certeza, nocturna y cotidiana
frente las invasiones
de la oscuridad:
sabor a sed que nunca acaba,
donde siempre es ahora
en todas partes al sol de la vigilia.
Quizás la música se asemeje
a la quietud, esa trampa del tiempo
solapado, que se desdobla,
en antes y en después
y ocultos bajo
su claridad podemos
respirar, con toda la melodía
en los pulmones.
Claudio Amancio Suarez
13 de agosto de 2024
Naranjo deshojado, Claudio Suarez
Naranjo deshojado
Como el aroma del café,
que se evapora,
tu fragancia flota por el viento.
En la memoria de la noche,
crece tu voz en un aire de manzanas
y en el gong de la lluvia:
el reloj y las huellas de tus pasos
son eternidades palpables,
que no dejan de latir
en las murallas más altas del alma.
Como un truco de la realidad,
las hojas de un naranjo múltiple, viajan
al ritmo tibio de la rosa y
algo de mi corazón
se va con ellos
respirando el aire que respiras.
Claudio Suarez
7 de agosto de 2024
VII Segunda caída, Leandro Calle
VII
Segunda caída, Leandro Calle
¡Caigo en sus manos, pero Tú me sostienes!
Quisiera arrancarme el corazón
como quien desprende una fruta madura.
No soporto este latido incesante
este persistente recuerdo de estar vivo.
Se ensañan nuevamente con mi carne
festejan no sé qué palabra salida de mi
boca
Quisiera arrancarme el corazón
para llegar al final de esta caída.
Leandro Calle
6 de agosto de 2024
Requiem, Leandro Calle
REQUIEM
a Liz Azcona Cranwell
¿DORMÍAS, entre la luz o la tiniebla de los
últimos
[ días?
¿Cómo fueron tus ángeles?
Vinieron de una tierra sin olvido
perfumando caballos que sólo existen en mis
sueños.
El sabor de las almendras
el aquietado té
los papeles en el piso
las cifras de tu nombre
la malta
y el poema
clavado a tu garganta.
Ahora Liz, toda la sed será saciada.
La verticalidad del piano se acobarda
y en las mudas teclas
tocó la muerte un blues que conocimos.
Nos queda la palabra de tu boca sedienta
y tu mirada fija
y tus intermitencias.
Ahora Liz, toda la sed será saciada.
Y nos quedamos solos
aprendiendo tu última poesía
el corazón destrozado
y sólo un destrozado corazón
es capaz de amar y de cansarse.
Toda la sed es niebla
y toda niebla es fría
al cruzar el umbral.
Ahora Liz, toda la sed será saciada.
Cierro los ojos y sonríes
porque tu cielo
es el país de la alegría.
Leandro Calle
de Noche extranjera,
Ediciones del Copista 2007. Colección Fénix Nº 41 Dirigida por Pablo Anadón
5 de agosto de 2024
Serena ríe entre los árboles, Andrés Utello
Serena ríe entre los árboles
Mis magias son serenas,
simples
como el fuego
o tenderse en la hierba.
Hacen la mañana
repleta de pudor
de un ardor
que perfuma el aire.
Mis magias son serenas
cuando abre la flor
en el agosto de los espinillos
y el monte se levanta
en una marcha
repleta de colores
perfumo todos los árboles
con su nostalgia.
Andrés Utello
3 de agosto de 2024
Llueve, Andrés Utello
Llueve, Andrés
Utello
Llueve
vastísimamente
en la punta
de mi mano
izquierda.
Las nubes, Ay!
se pierden en
el campo
y ya no se si
es campo o nube
lo que adoran
mis ojos.
¿Es infinito
el cielo oscuro
que divide la
tierra?
De la lluvia
para acá
soy un racimo
de pájaros
que esperan.
A partir de la
lluvia
soy el único
gesto de la
tarde.
Mi suerte es
simple...
El relámpago
me trae
noticias de mi
padre.
Andrés Utello
(1988)
Colección de plaquetas “Semillas de luz”
La Luna que se
corto con la botella
1 de agosto de 2024
En agosto, Andrés Utello
En agosto
una vieja trajo caña
y ardió la noche
en la garganta.
Uno a uno
se fueron los demonios
para que agosto
no secreteara
con la muerte,
una vieja trajo caña
y ruda
dijo, por ocultos designios
de la mente,
para que el corazón
no descienda esta quebrada.
El primero de agosto
una mujer
conjuro en la piel
magia
y deseo.
Andrés Utello
De su libro Enebro año 2005 Ediciones La Luna Que
31 de julio de 2024
La causa de la herida, Andrés Utello
La causa de la
herida
Estamos atados a este clan
disueltos
en sensaciones tercas
de floresta.
Y claro que un dolor
forjó la espada
la guerra que emulamos
bajo esta piel viajera.
La misma cicatriz
el mismo tacto
el padre que no regresará
la araña madre
que teje el laberinto.
Y claro que llueve
entre nosotros
un río de frescura
insuperable
somos ese viento
en la quebrada
un cordón azulado
en el desierto
Andrés Utello
30 de julio de 2024
Felipe Angellotti leyendo Capitán de arena de Andrés Utello.
Felipe
Angellotti leyendo Capitán de arena de Andrés Utello.
Videopoético
del Café Literario del Jueves 03 de Diciembre de 2009, en Big Pancho, Sarmiento
269, Villa Dolores, Capital de la Poesía, Traslasierra, Córdoba, Argentina.
Cuyo tema fue LA TELARAÑA y coordino la velada y el debate Mario Hugo Torres.
Soy un capitán de
arena Andrés Utello, San Marcos Sierra, Córdoba, Argentina
Soy un capitán de arena
y ya no queda en mí
nada del miedo
con el que fueron creados
mis mayores.
Soy un capitán de arena
y ante las letras de mi nombre
tiemblan todos los hombres.
Morí, nací, viví
en la urgencia del valor,
de la batalla.
En la efímera tarde
que se deshace bajo los ojos de los pájaros.
Sonriente y cruel
altivo y victorioso
a la deriva
u merced del viento
conquisto el mar todas las noches,
todos los días
me aleja este desierto.
29 de julio de 2024
Tu sol cae en mi luna, Andrés Utello
Tu sol cae en
mi luna
y a veces, al
atardecer
tiembla la
tierra.
Si acaso
fueses
con el viento
a todas partes
a galope del
río
entre
mistoles.
Si acaso el
cansancio
se fuese de a
poquito
hasta darte
tus piernas
y tus alas.
Como las
estaciones
andamos de
paso
por las cosas
y pasa nomás
la dicha de
mirarte.
Tu sol cae en
mi luna
y la arena
reverbera en
fresco río.
Es un valle
mis ganas de
mirarte
y de a poquito
poco importa
que todo pase
si es ahora
este vino
tu alegría.
Andrés Utello
15 de julio de 2024
Pasamos al lado sin rozarnos, Jose Luis Colombini
A Perséfone
Pasamos al lado sin rozarnos
como si fuéramos dos insólitos desconocidos.
Pasamos uno al lado del otro
dribleándonos para evitarnos.
Te vi mientras caminamos por veredas
abarrotadas de sueños acribillados
por el murmullo de los que buscan suertes.
Te vi de frente esquivando
ilusiones contaminadas
por la inmundicia.
Te vi tan hermosa como nunca,
tan suave como siempre
tan elegante como a veces
tan grácil como cuando te vestías para el.
Te vi y no atine a decirte nada.
Por segundos nuestras miradas se cruzaron
y tus ojos no me mostraron nuevos mundos
ni gritaron las palabras que quería oír.
Tal vez eso es lo mejor. Quien sabe.
Nos vimos frente a frente
y con mi mirada bese los labios fríos
de la que lleva la muerte.
Jose Luis Colombini
14 de julio de 2024
Nunca (La culoncita) de Miguel Ortiz por José Luis Colombini
Nunca (La culoncita) de Miguel Ortiz por José Luis Colombini
Ella, culoncita,
espera un bondi que viene
del invierno
justo frente a mi café.
El viento le toca los brazos
que no rozaré nunca.
Ella se asoma
a mi soledad.
Más linda que la tarde,
va y entibia la brisa
con su pecho.
Cuando siente las manos
del frío
se va entre los autos y los ojos.
Nunca sabrá
estas líneas.
Jamás sabré
su nombre.
Miguel Ortiz
Video del recital de poesía a cargo de Gabriela Bayarri y
Jose Luis Colombini "Cuerpos Poéticos" en La fonda de Buca. San
Javier, Traslasierra, Córdoba, Argentina.
Viernes 25 de Febrero 2011, 21:30 Hs San Javier,
Traslasierra, Córdoba, Argentina
13 de julio de 2024
Hay días... Jose Luis Colombini
Hay días en que amanezco
con ganas de despegar de mí mismo
con ganas de ser otro,
más bien de no ser yo,
con ganas de irme lejos.
Pero aspiro aire a buches,
arrullo mi piel encolerizada
y hago oídos sordos al agua
que le canta al río
rosarios de tardes.
Desde niño camino
y me acompaño de mi soledad.
No me quejo, no lo reprocho,
es lo que elegí
lo que siempre quise.
No tengo esa especie de consternación
por alcanzar, el ser,
el poder pertenecer a un grupo,
a una clase social, a un algo.
El formar parte.
Ser lo que los demás son.
Trabajar como humanos
para vivir como perros.
Me basta con poder mostrar acuarelas,
dibujos de unas letras,
bosquejos de soflamas y palabras,
imágenes rebuscadas que solo yo entiendo.
Ensordecerme escuchando
ciento setenta y tres veces
la misma canción en modo repetición.
Pero por más que intente
nunca dejo de ser yo,
con mis errores, con mis aciertos.
Y eso dibuja una sonrisa inexplicable en mi rostro.
Una felicidad turbia que sonroja las mejillas
de los que pasan a mi lado sin verme.
Todo eso me basta,
para desde mi inseguridad
delinear un paralelogramo
para intentar, sin lograrlo,
transcribir los arcanos de mi existencia.
Jose Luis Colombini
12 de julio de 2024
Bagdad, José Luis Colombini
Bagdad
El fantasma de Sherezada
apila cadáveres entre los escombros
y sus
lágrimas tiñen de rojo
el desierto negro.
Sus manos de sándalo
huelen a pólvora y humo,
y el fuego inunda las calles
derrumbando el sueño.
El humo aprieta gargantas
y se lleva gritos.
La sangre ahoga los rostros
que se lleva el alba.
Sobre una alfombra en jirones,
la muerte consuela a Sherezada
mientras el petróleo ahoga la vida
que toma el viento.
José Luis Colombini
11 de julio de 2024
Lando, Jose Luis Colombini
Videopoético del Café Literario del Jueves 15 de Abril de
2010, en La Vieja Esquina, Avda San Martín y Edison, Villa Dolores, Capital de
la Poesía, Traslasierra, Córdoba, Argentina. Cuyo tema fue Los Pasos y coordino
la velada y el debate Eduardo “Lalo” Arguello.
Lando
Tu imagen
es una fotografía
guardada detrás de mis ojos.
Tus silencios, laberintos de luces
que me ciegan detrás de la noche.
Me pierdo en tus pasos
al escuchar tu risa
en el fondo de una casa.
Y soy
cielo, luces, pasos, ojos,
arena, puerta, río,
raíz y muerte.
10 de julio de 2024
Días, Jose Luis Colombini
Hay días que esperamos desde niño
días que soñamos de adolescentes
días saltando en el almanaque
días resistiendo noches de insomnio
días forcejeando con la muerte de las ideologías
días a favor y en contra del viento
días que pasan al mismo tiempo
días donde no leemos las señales
días donde apilamos soledades
días donde mutilamos olvidos
días donde sacrificamos presencias.
Hay días que de viejos no queremos lleguen
días que le robamos a la vida,
días que le sustraemos a la muerte.
Hay días decapitados con el pico de una botella rota
y días sin sentido donde agonizamos
cada vez que columpias el estúpido desgarro
y se vocalizan palabras
días donde enredamos expectativas encorvadas
días de ilusiones arrugadas por la tortura
de pensamientos mal doblados.
Hay días donde arrodillados sobre lo ausente
rezamos sobre la huella de lo vivido.
Jose Luis Colombini
9 de julio de 2024
La última mujer que ame Jose Luis Colombini
La última mujer que ame me seccionó el
pecho
con un abridor oxidado de latitas de
picadillo
dejando escapar la nostalgia, la tristeza,
la melancolía.
Abandonando rastros de chocolate por el
suelo,
cocinando un beso a punto de nieve para mi
mejilla.
La última mujer que ame me cerceno el pecho
con un abrelatas en forma de llave,
me abrió el pecho en forma de cruz
liberando los monstruos, los miedos, los
prejuicios
que agusanan mis pensamientos.
Esos monstruos que residen bien dentro
y escupen los reflejos de lo que no somos.
Esos miedos que me reembolsaron la
ingenuidad
de sentirse adoptados
e incluso hasta, a veces, seducidos,
y arrojarlos al fondo de las fosas comunes
que cavaron tus recuerdos.
La última mujer que ame me extirpo el corazón.
Cuando lo acarició no sentí fuerza en sus
manos,
y me las ofreció tan limpias que ni las
mire.
Esperé la estocada al costado de la duda
donde se abren las carnes sin ropa
y la punta de mi pecho se hacía una con su
labio.
Entonces me ahogué en su palabra,
y nunca más supe replicar a un silencio.
Jose Luis Colombini
12 de junio de 2024
Los ojos de la noche, Jose Luis Colombini
Los ojos de la noche
La verdad está en los ojos de la noche
anidando en sabanas arrugadas
entre camas destendidas
entre celosías que escrutan la calle.
La tristeza está en los ojos de la noche
escondiéndose en los pasos del caminante
nocturno
oscureciendo veredas insomnes,
revolcando hojas y distrayendo besos
encendidos.
La mentira está en los ojos de la noche
estafando enamorados al filo de la
madrugada
ocultándose en billeteras de cuero
ecológico
manoseando promesas y juramentos eternos.
La verdad. La tristeza. La mentira
arrastran palabras como pies cansados
por las calles de la existencia.
Jose Luis Colombini
De Desvistiendo Lluvias
11 de junio de 2024
Entre perro y lobo de Olga Orozco por Jose Luis Colombini
Entre perro y lobo de Olga Orozco por Jose Luis Colombini
Video del Café Literario del Jueves 26 de agosto de 2010,
en La Vieja Esquina, Avda San Martín y Edison, Villa Dolores, Capital de la
Poesía, Traslasierra, Córdoba, Argentina. Cuyo tema fue El perro y coordino la
velada Jose Luis Colombini.
Entre perro y lobo, Olga Orozco
Me clausuran en mí.
Me dividen en dos.
Me engendran cada día en la paciencia
y en un negro organismo que ruge como el mar.
Me recortan después con las tijeras de la pesadilla
y caigo en este mundo con media sangre vuelta a cada
lado:
una cara labrada desde el fondo por los colmillos de la
furia a solas,
y otra que se disuelve entre la niebla de las grandes
manadas.
No consigo saber quién es el amo aquí.
Cambio bajo mi piel de perro a lobo.
Yo decreto la peste y atravieso con mis flancos en llamas
las planicies del porvenir y del pasado;
yo me tiendo a roer los huesecitos de tantos sueños
muertos entre celestes pastizales.
Mi reino está en mi sombra y va conmigo dondequiera
que vaya,
o se desploma en ruinas con las puertas abiertas a la
invasión del enemigo.
Cada noche desgarro a dentelladas todo lazo ceñido al
corazón,
y cada amanecer me encuentra con mi jaula de obediencia
en el lomo.
Si devoro a mi dios uso su rostro debajo de mi máscara,
y sin embargo sólo bebo en el abrevadero de los
hombres un aterciopelado veneno de piedad que raspa
en las entrañas.
He labrado el torneo en las dos tramas de la tapicería:
he ganado mi cetro de bestia en la intemperie,
y he otorgado también jirones de mansedumbre por trofeo.
Pero ¿quién vence en mí?
¿Quién defiende de mi bastión solitario en el desierto,
la
sábana del sueño?
¿Y quién roe mis labios, despacito y a oscuras, desde
mis propios dientes?
27 de mayo de 2024
18, Roberto Juarroz
18
Tú no tienes nombre.
Tal vez nada lo tenga.
Pero hay tanto humo repartido en el mundo,
tanta lluvia inmóvil,
tanto hombre que no puede nacer,
tanto llanto horizontal,
tanto cementerio arrinconado,
tanta ropa muerta
y la soledad ocupa tanta gente,
que el nombre que no tienes me acompaña
y el nombre que nada tiene crea un sitio
en donde está de más la soledad.
Roberto Juarroz
26 de mayo de 2024
33, Roberto Juarroz
33
Sí, hay un fondo.
Pero hay también un más allá del fondo,
un lugar hecho con caras al revés.
Y allí hay pisadas,
pisadas o por lo menos su anticipo,
lectura de ciego que ya no necesita puntos
y lee en lo liso
o tal vez la lectura de sordo
en los labios de un muerto.
Sí, hay un fondo.
Pero es el lugar donde empieza el otro lado,
simétrico de éste,
tal vez éste repetido,
tal vez éste y su doble,
tal vez éste.
Roberto Juarroz
25 de mayo de 2024
9, Roberto Juarroz
9
Pienso que en este momento
tal vez nadie en el universo piensa en mí,
que sólo yo me pienso,
y si ahora muriese,
nadie, ni yo, me pensaría.
Y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.
Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo.
Roberto Juarroz
24 de mayo de 2024
39, Roberto Juarroz
39
Voy a alargar caminos de caricia,
con algo de dulzura entre dos dientes
y un garabato tibio en los cabellos,
para que el poco sueño que aún nos queda
no se nos caiga.
Voy a alumbrar tu rostro mientras duerme
y mirarlo al revés, donde no duerme.
Voy a juntar raíces por el aire,
catálogos de nieves que no caen
y sitios para párpados.
Voy a tomar al hombre por el centro
y tirarlo a rodar, a ver si llega.
Voy a tomarme a mí, ya me he tomado,
para enlazar de nuevo los cristales
con un redondo material sin tiempo.
Voy a cortar las puntas de la vida
como unas uñas demasiado largas.
Roberto Juarroz
22 de mayo de 2024
46, Roberto Juarroz
46
No debiera ser posible
dormirse sin tener cerca
una voz para poderse despertar.
No debiera ser posible
dormirse sin tener cerca
la propia voz para poderse despertar.
No debiera ser posible
dormirse sin despertar
en el momento justo en que el sueño se encuentra
con esos ojos abiertos
que ya no necesitan dormir más.
Roberto Juarroz
21 de mayo de 2024
48, Roberto Juarroz
48
Si uno encuentra de pronto que lleva entre las manos
un ramo del color de los niños perdidos
o de los ojos de los muertos,
ya no puede seguir doblando las esquinas,
ni doliéndole como siempre a las ventanas,
ni haciendo un torniquete del pasado
entre espirales de perros
y oraciones sin dios.
Es preciso entonces conseguir un lugar
donde el amor y la luna
se expendan en envases separados
y la muerte baje por una ranura y no muy cara.
Y es preciso sellar bien los cabellos,
aunque no se los corte,
para que no sigan enredando a la gente
y convirtiéndola en árboles.
Y entonces, sobre todo,
es preciso callar
y devolver.
Roberto Juarroz
16 de mayo de 2024
14, Roberto Juarroz
14
El reflujo de una flor
corrige la transparencia del cristal
y la imagen se queda de su lado.
El reflujo de la transparencia
devuelve así la flor a la flor.
Atravesar la transparencia
es en cambio abolir todo regreso.
Y aunque el regreso no existes preferible no borrarlo.
Roberto Juarroz
14 de mayo de 2024
16, Roberto Juarroz
16
Hay palabras que sólo pueden decirse
en algunos lenguajes.
En los demás hay que dejar sus huecos
para que los ocupen los reflejos del azar.
¿Habrá alguna palabra
que no pueda decirse en ningún lenguaje?
¿Qué reflejo vendrá a ocupar su hueco?
¿Será suficiente ese reflejo
para fundar el lenguaje que falta?
Paralelo a las palabras de un lenguaje
hay otro lenguaje de los reflejos detenidos
en los huecos de las palabras que faltan.
No sería raro que ocurriese lo mismo
paralelamente a los lenguajes
y las palabras que no existen.
Roberto Juarroz
28 de abril de 2024
Cualquier ventana, Edgar Bayley
CUALQUIER VENTANA
vas a ordenar por fin tu cabeza
hablar claro entender entenderte
vas a tener revelaciones
en tus manos
vas a comprender por fin
en la oscura mañana
la libertad de no esperar
de no culpar ni culparte
vas a ocupar con el mismo interés
cualquier ventana
harás tuyo por fin cualquier paisaje
la voz que tengas ese día
Edgar Bayley
27 de abril de 2024
La claridad, Edgar Bayley
La claridad
Me ha tentado siempre la claridad
Y la claridad se me ha negado a veces
Como un pájaro que vuela en sueños
Y cae y sigue cayendo
Sin volar
Como peso muerto
Me ha tentado siempre la claridad
Especialmente la claridad de las hojas
de sáuco
También la claridad del guijarro
Y de las ramas de abeto
Y la rápida y voraz claridad de una
salamandra
He querido tener claridad para mirar
Los terrones del campo recién movido
Y para mirar también el mismo arado
Y el agua que se desliza límpida por la
acequia
Claridad he querido para recorrer tantos
sueños
Y glorias y poderes y dispersas
situaciones y gentes
Y para estar en el aire sin ausentarme
del fuego
Me ha tentado siempre la claridad
De estar totalmente en cada flor
En cada herida o condena o semilla
He querido tener claridad para vivir
Y cuando al fin pude definir la claridad
que yo buscaba
Advertí cuánto sueño y plumón y roja
tierra
Y confusión y olvido hacen falta para
comprender claramente
Y estar aquí con total lucidez sentado a
la vera del camino
Avivando el fuego bajo el cielo y el
polvo de las horas
Y como me ha tentado siempre la claridad
Aquella vez cuando bajo un abierto y
extendido sol
Comenzaron a encresparse las aguas de la
bahía
Hasta adquirir un tinte violáceo
Y un gran pájaro blanco surgió de
repente de entre las nubes
Batiendo sus alas y revoloteando
suavemente a mi alrededor
Decidí que era el momento de arrojar
estas palabras al mar
Porque la claridad que tanto he buscado
Sólo está en algunos silencios
En algunos espacios en blanco
Antes y después de unas pocas y
triviales palabras
Edgar Bayley
25 de abril de 2024
Todo amor es un ahora, Edgar Bayley
TODO AMOR ES UN AHORA
-Nos hemos visto antes ¿verdad?- dijo
ella mientras se sentaba a su lado en un banco de la cubierta del barco que
acababa de partir.
-¿Antes? Claro, claro – respondió él-,
pero lo insustituible es este ahora.
Edgar Bayley
24 de abril de 2024
Oficio de viento y sombra, Edgar Bayley
Oficio de viento y sombra
frente a las pruebas de la noche
coraje de prolongar con tu voz
el silencio opulento
por aquí he marchado
al alba
retenido
pasajero
entre el viento y la sombra
entre las ramas
no relegar a un mundo aparte
las donaciones del viaje
me tiendo a su costado
conozco el fluir de este camino
esta mezcla de mí mismo
de mis manos
esta ignorancia
coraje otra vez para ser
al mismo tiempo
la piedra y el horizonte
y descubrir entre los anuncios del desprecio
los indicios del sol
de un camino abierto
reconquista del mar y la intemperie
Edgar Bayley
De Celebraciones (1968-1976)
23 de abril de 2024
Ella siempre, Edgar Bayley
ELLA SIEMPRE
quiero decir
puerto espinel
y un río
y catedral reposo
pisadas en la arena
y el rojo puente
el azafrán y el valle
quiero decir
tu juego de púrpura y olvido
y la tenaz viajera sombra
por donde llega la mañana
Edgar Bayley
19 de abril de 2024
Aquí, Edgar Bayley
AQUÍ
es tiempo de cambiar el sueño
de librar las mañanas
la transparencia renovada
de vivir entre todos
es tiempo de perder las llanuras
de volver al eco de nuestra luz semejante
tiempo de razonar
bajo el horizonte ganado por el amor y el mundo
Edgar Bayley
De La vigilia y el viaje. Poemas 1944-1960
5 de abril de 2024
Apenas es, Jorge Luis Carranza
Apenas es
casi es
cuando llega
bienvenido sea
así como es
su casi
su apenas
vientito
que ya se va
que ya se fue.
Jorge Luis Carranza
3 de abril de 2024
Arte, Jorge Luis Carranza
ARTE
Mantenerse de pie
cuando el piso ondula
se inclina
se abre
o desaparece.
Mantenerse de pie
con lo que hay
y como sea.
Todo un arte.
Jorge Luis Carranza