Quiero explicar que todos los post que fueron subidos al blog están disponibles a pesar de que no se muestren o se encuentren en la pagina principal. Para buscarlos pueden hacerlo por intermedio de la sección archivo del blog ahi los encuentran por año y meses respectivamente. también por “etiquetas” o "categorías de textos publicados", o bajando por la pagina hasta llegar al último texto que se ve y a la derecha donde dice ENTRADAS ANTIGUAS (Cargar más entradas) dar click ahí y se cargaran un grupo más de entradas. Repetir la operación sucesivamente hasta llegar al primer archivo subido.

INSTRUCCIONES PARA NAVEGAR EN EL BLOG:

El blog tiene más contenidos de los que muestra en su pantalla inicial al abrir la página. En la pantalla principal usted vera 5 entradas o posteos o publicaciones. Al llegar a la última que se muestra puede clickear donde dice ENTRADAS ANTIGUAS verá las 5 entradas, posteos o publicaciones anteriores. Puede seguir así y llegará hasta la primera publicación del blog. A la izquierda en la barra lateral (Sidebar) Usted verá el menú ETIQUETAS. Ahí están ubicadas las categorías de los textos publicados, si usted quiere ver poemas de un determinado autor, busca su nombre, clickea ahí y se le abrirán los trabajos de ese autor, Si no le mostró todo lo referido a esa categoría al llegar al final encontrará que dice ENTRADAS MAS RECIENTES, PÁGINA PRINCIPAL Y ENTRADAS ANTIGUAS. Debe clickear en ENTRADAS ANTIGUAS y le seguirá mostrando mas entradas o post con respecto al tema que busca. A la derecha , se encuentra un BUSCADOR, usted puede ingresar ahí el nombre del poema, o texto, o un verso, o autor que busque y le mostrará en la página principal el material que tenga el blog referido a su búsqueda. Debajo del Buscador del Blog encontramos el Menú ARCHIVO DEL BLOG en el cual se muestran los Títulos de las entradas o textos publicados del mes en curso, como así también una pestaña con los meses anteriores en la cual si usted clickea en ella verá los títulos de las entradas publicadas en determinado mes, si le da clic verá dicha entrada y asi año por año y mes por mes. Puede dejar comentarios en cada entrada del blog clickeando en COMENTARIOS al final de cada entrada. El blog es actualizado periodicamente, pudiendo encontrar nuevos textos, fotografías, poemas, videos, imágenes etc...

Gracias por visitar este lugar.




27 de noviembre de 2023

El vagamundo, Manuel Mújica Lainez

EL VAGAMUNDO
 
1839

 
 
Llegó a Buenos Aires hace cuatro días, sólo cuatro días, y siente que no podrá quedar aquí mucho tiempo. El amor, su viejo enemigo, le acecha, le ronda, le olfatea, como un animal que se esconde pero cuya presencia adivina alrededor, con uñas, con ojos ardientes. Por alguna parte de la pulpería se despereza ahora ese amor que enciende sus llamas secretas y que le obligará a partir. Su vida monstruosa ha sido eso: partir, partir en cuanto el amor alumbra. Y el amor alumbra todas las veces, en todas partes, en todas las épocas. ¡Ay, si la falta fue grave, también es terrible el castigo! Llegar y partir, llegar y partir; con la eterna, la infinita zozobra frente a ese amor que, eludido, torna a formarse y a crecer, a modo de una enredadera que llena el aire de látigos y le impulsa a andar, a andar de nuevo, a andar...
Y así siempre, siempre, en Inglaterra, en Francia, en Italia, en Hungría, en Polonia, en España, en Moscovia, en Suecia, en Dinamarca; en Oriente y en Occidente; aquí y allá, aquí y allá, siempre, siempre. Siempre con sus trajes flotantes, con sus ojos pálidos, con sus barbas finas, con sus duras manos viriles. Andando, andando... Y ahora, en Buenos Aires. ¿Qué más da? También tenía que venir aquí, e irá a Chile y al Perú y a México y a donde sea, andando, andando... ¡Ojalá el amor consiguiera sofocarle por fin, para que muriera! Pero no; él no muere. No murió en Vicenza, hace tanto tiempo, cuando le encarcelaron por espía y resolvieron ahorcarle; hasta las sogas más gruesas se rompieron y el “capitano”, absorto ante la maravilla, ordenó que le dejaran ir. Ir, ir... Eso era, precisamente, lo único que él no quería, mas no hubo nada que hacer. Y de nuevo a andar, a andar...
El rumor de la fiesta entra por la ventana de la pulpería, y el hombre que jamás sonríe no lo escucha. Escucha con los oídos de su corazón a ese amor que madura en alguna parte, cerca, muy cerca, detrás del flaco tabique que aísla su cuarto de viajero. Tanto ha caminado, que confunde las regiones, los años y los episodios; pero al amor no lo confunde porque el amor es el enemigo y siempre debe estar pronto a enfrentarlo, a prevenirlo, a rechazarlo, y sus sentidos se han aguzado sutilmente, horriblemente, para percibir su presencia en seguida. Lo demás... lo demás ¿qué le importa? En Venecia, en Nápoles, en Sicilia, cantan su historia extraña o la refieren; con ella compusieron los ingleses una balada, y los flamencos otra, que es como una queja dulce. Los imagineros populares pregonan su efigie y le dan nombres distintos. A veces las gentes le han acosado como a un perro rabioso, y a veces le agasajaron y pidieron su consejo. En Alemania, el populacho cristiano invadió en más de una ocasión los barrios judíos, gritando que le tenían allí oculto y que le quemarían en el mercado; y en Florencia la multitud colmó la plaza de los Alberti para verle, tocarle y acompañarle entre hachones deslumbrantes hasta la Señoría, donde le acogieron como a un huésped ilustre. Y en España le llamaron Juan Espera-en-Dios, y en Siena... en Siena tuvo que resolver si el cuadro en el cual Andrea Vanni representó a Cristo agobiado bajo la cruz estaba parecido, si Cristo era en verdad así... Pero de eso hace mucho tiempo... centurias... Su vida se mide por centurias...
El rumor de la fiesta invade su aposento. El cortejo estará llegando. El hombre se pone a la ventana y observa, en frente, la iglesia de Monserrat adornada con ramos de olivo y con banderas. Repican las campanas. Golpean los tambores de los negros. El carro triunfal rueda por el medio de la calle. La muchedumbre lo rodea entre cánticos y vivas.
A su espalda la puerta se abrió y entra la sobrina del pulpero. Sin volverse, el hombre siente que el amor está ahí, flotando, que todavía no se define y titubea, pero que ya está ahí y ya empieza a mostrar las uñas y los colmillos.
–Mi tío manda decir a su mercé que si no quiere bajar al zaguán, que asistirá mejor a la fiesta.
El hombre recoge su atado, la alforja que tiene perpetuamente lista, y la sigue. Sabe que pronto deberá partir.
En el zaguán aplástase la gente. El olor de los asados que crepitan detrás de la iglesia se mezcla al perfume de las magnolias. Hay quienes se han puesto de rodillas. Afuera, brilla el rojo. Todo es rojo en la parroquia de Monserrat, esta mañana de fiesta: las colgaduras, los cintajos, los abanicos, las testeras y coleras de los caballos, los chiripás que ondulan en la brisa. Las flores y el hinojo alfombran las calles. Ilumínanse los vidrios de las casas con las luces internas y se recortan, pegados en las ventanas, los versos que elogian al Restaurador, a Rosas el Grande. Y el Restaurador avanza de pie, en la majestad del lienzo enorme pintado quizás por García del Molino. Triunfa en el carro lento, tapizado de seda escarlata, que los clérigos, los militares y los magistrados empujan hacia la iglesia de Monserrat, como si condujeran en alto, sobre las ruedas pesadas, una hoguera.
El hombre de barba fina y ojos pálidos mira el desfile sin verlo. Otros muchos desfiles ha visto en su vida andariega. Ha visto la entrada de los podestás orgullosos, en las ciudades del Renacimiento, bajo arcos esculpidos por los artistas admirables; ha visto a los emperadores, al frente de los cortejos heroicos, las coronas ciñéndoles los cascos de hierro, al viento los estandartes, y alrededor los siervos humillados en la nieve. Ha visto... ¿qué no ha visto él, que conoce todos los idiomas y todos los dialectos, que habla el toscano y el bergamasco y la lengua de Sicilia y las jerigonzas indostanas y las tablas chirriantes del Asia Menor?
Mira el desfile sin verlo. Otra comitiva pasa ahora ante la inmensa lasitud de sus ojos. ¿Siempre tendrá que verla, Dios de Moisés y de Elías? ¿Siempre se renovará la escena de su maldición?
Él era zapatero, en Jerusalén. Cuando el que arrastraba la cruz se detuvo ante su puerta, y se apoyó en ella un instante, para recobrar las fuerzas, él le dijo ásperamente:
–Ve, sigue, sigue tu camino.
Y Jesús le respondió, escrutándole con los ojos húmedos:
–Yo descansaré, pero tú caminarás hasta que regrese a juzgar a los mortales.
Y el Señor continuó su marcha. Venía de lejos, del lithostrotos de Poncio Pilato, de la casa de Anás, de la casa de Caifás, y trepó la cuesta del Gólgota, cayendo y levantándose, entre el cortinaje de picas y el llanto de las mujeres piadosas. Su huella era púrpura.
El hombre baja los párpados. Los alza una vez más y nota que el carro de triunfo se para delante de la iglesia de Monserrat y que descienden con pompa el retrato del dictador rubio en cuyo uniforme ciega el oro de los laureles.
¡Ay, a aquel otro, al que sudaba sangre, no le llevaban en un carro de gloria! Los pretorianos se mofaban de él y los caballos de arneses escandalosos manchaban sus vestiduras con el lodo que arrojaban al pasar al galope.
–Yo descansaré, pero tú caminarás...
Ya lo siente. El amor, su enemigo, está aquí. La sobrina del pulpero le roza el brazo y él siente el contacto como una quemadura cruel. Es el amor: el deseo antiguo como el mundo; el hambre que devora y enriquece; el hambre de los cuerpos y las almas; el hambre... El peregrino aprieta los labios para no pronunciar las palabras que debe decir cada vez, pero las palabras le horadan los labios y escapan, monótonas, como siempre:
–Ve, sigue, sigue tu camino.
La muchacha le contempla asombrada. ¡Sería tan hermoso quedarse junto a ella, hundir la cabeza en la frescura de su regazo, y reposar! Pero no. El amor es el signo, la orden de marcha. Hasta el fondo de los tiempos le perseguirá, irónico, vengándose sin alivio de quien odió porque sí, por odiar, sólo por odiar.
El judío errante se echa la alforja a la espalda y se aleja.
 
 
Manuel Mújica Lainez

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Etiquetas

Videos (227) Osvaldo Guevara (111) Jose Luis Colombini (106) Café Literario Traslasierra (90) Rafael Horacio López (86) Aldo Luis Novelli (75) Antonio Esteban Agüero (65) Claudio Suarez (65) Alejandro Nicotra (64) Roberto Jorge Santoro (64) Juan L. Ortiz (59) Baldomero Fernández Moreno (50) Oscar Guiñazú Alvarez (50) Gianni Siccardi (49) Vicente Huidobro (49) Olga Orozco (48) Aldo Pellegrini (47) Elvio Romero (47) Enrique Lihn (47) Jorge Teillier (46) Gloria Fuertes (45) Felipe Angellotti (44) Circe Maia (41) Hermann Hesse (41) Fernando Pessoa (36) Rodolfo Alonso (35) Vicente Aleixandre (35) Horacio Castillo (34) Gonzalo Rojas (33) Alejandra Pizarnik (32) Miguel Ortiz (32) Edgar Bayley (31) César Vallejo (29) Raúl Gustavo Aguirre (29) Rodolfo Godino (29) Alberto Luis Ponzo (28) Anton Chejov (28) Daniel Conn (28) Marco Denevi (27) Octavio Paz (27) Gabriela Bayarri (26) Jorge Ariel Madrazo (26) Théophile Gautier (26) Alberto Girri (25) Carlos Garro Aguilar (25) Jacques Sternberg (25) Jaime Saenz (25) Leónidas Lamborghini (25) Orfila Bardesio (24) Leopoldo Marechal (23) H. P. Lovecraft (22) Poetas Chinos (22) William Carlos Williams (22) Carlos Castaneda (21) Grupo Literario Tardes de la Biblioteca Sarmiento (21) Horacio Preler (21) Leandro Calle (21) Leopoldo "Teuco" Castilla (21) O. Henry (21) Sandro Penna (21) Sandro Tedeschi (21) Witold Gombrowicz (21) Julio Bepré (20) Mario Torres (20) Nicanor Parra (20) Cesar Moro (19) Francisco Madariaga (19) María Meleck Vivanco (19) Vicente Luy (19) Omar Yubiaceca (Jorge Omar Altamirano) (17) Jorge Luis Carranza (16) Teresa Gómez Atala (16) Ariel Canzani (15) Manuel Mujica Laínez (15) Marcelo Dughetti (15) Ana Cristina Cesar (14) Carlos Drummond de Andrade (14) Isidoro Blaisten (14) Karen Alkalay-Gut (14) Manuel López Ares (14) Mircea Eliade (14) Nestor Perlongher (14) Raymond Carver (14) Richard Aldington (14) Spencer Holst (14) Alaide Foppa (13) Anne Waldman (13) Antonin Artaud (13) Charles Baudelaire (13) José B. Adolph (13) Lawrence Ferlinghetti (13) Marcel Schwob (13) Miguel Angel Bustos (13) Ricardo Rubio (13) Sam Shepard (13) Teresa Wilms Montt (13) Cecilia Meireles (12) Ernesto Cardenal (12) Jose Emilio Pacheco (12) Rainer María Rilke (12) Laura López Morales (11) Música (11) Rodolfo Edwards (10) Carlos Bousoño (9) Victor Saturni (9) Adrian Salagre (8) Eugenio Mandrini (8) Federico Garcia Lorca (8) Horacio Goslino (8) Inés Arredondo (8) José María Castellano (8) Juan Jacobo Bajarlia (8) Julio Requena (8) Roque Dalton (8) Allen Ginsberg (7) Andres Utello (7) Antonio Porchia (7) Basho (7) Carlos Oquendo de Amat (7) Charles Simic (7) Conde de Lautréamont (7) Francisco Rodríguez Criado (7) Gaspar Pio del Corro (7) Gerardo Coria (7) Gianni Rodari (7) Hans Magnus Enzensberger (7) Leonard Cohen (7) Li Bai (7) Li Po (7) Litai Po (7) Lope de Vega (7) Norah Lange (7) Oliverio Girondo (7) Pedro Serazzi Ahumada (7) Robert Frost (7) Eduardo Galeano (6) Gregory Corso (6) John Forbes (6) Revista El Gato del Espejo (6) Torquato Tasso (6) Victoria Colombini Lauricella (6) William Shand (6) Círculo de Narradores de Traslasierra “ Paso del Leon” (5) Hugo Mujica (5) Jorge Luis Borges (4) Leopoldo Lugones (4) Eduardo "Lalo" Argüello (3) Encuentro Internacional de Poetas "Oscar Guiñazù Alvarez (3) Roberto Bolaño (3) Tomas Barna (3) Pablo Anadón (2) Pablo Neruda (2) Ricardo Di Mario (2) Rubén Darío (2) Susana Miranda (2) Walter Ruleman Perez (2) Antonio Machado (1) Beatriz Tombeur (1) Eduardo Fracchia (1) Enrique Banchs (1) Enrique Molina (1) Ernesto Sábato (1) Jose Caribaux (1) Juan Gelman (1) Julio Cortázar (1) Mario Pacho O Donnell (1) Ricardo Piglia (1) Victoria Ocampo (1)