Un camino de tierra en medio de la tierra
Las ramas de luz atónita poblando innumerables veces el
área de tu frente asaltada por olas
Asfaltada de lumbre tejida de pelo tierno y de huellas
leves
de fósiles de plantas delicadas
Ignorada del mundo bañando tus ojos y el rostro de lava
verde
¡Quién vive! Apenas dormido vuelvo de más lejos a tu
encuentro de tinieblas a paso de chacal mostrándote
caracolas de espuma de cerveza y probables
edificaciones de nácar enfangado
Vivir bajo las algas
El sueño en la tormenta sirenas como relámpagos y el alba
incierta un camino de tierra en medio de la tierra y
nubes
de tierra y tu frente se levanta, como un castillo de
nieve y
apaga el alba y el día se enciende y vuelve la noche y
fasces de tu pelo se interponen y azotan el rostro helado
de la noche
Para sembrar el mar de luces moribundas
Y que las plantas carnívoras no falten de alimento
Y crezcan ojos en las playas
Y las selvas despeinadas giman como gaviotas
Cesar Moro
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