El tacto de los sueños, Ricardo Rubio
Es una mirada en la que palpita el vértigo
y recobra fuerzas el uno.
Es pronta y repentina luz
como una bestia fibrando la sombra.
Es una mirada en la que está la voz,
los dedos y la distancia,
es una última caricia
por la que el corazón respira
con remilgada sensatez de estatua,
astuto sino del deseo.
Ah, si mi palabra acertara un monosílabo.
Si un verbo, repitiendo noches,
brotara unísono y no volviera del sueño.
Con la atónita respiración de la quietud
el tacto sucumbe en cada una
de las negras cinturas de la noche.
Hierve la insensatez, arde la nada:
cruel sueño para soñar.
Ricardo Rubio de Simulación de la rosa
Editorial La luna que (1998)
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