Oda segunda
Canto al número cero,
canto al signo de menos,
canto al momento eterno
en que el cordero
entra al matadero
sin resistir a los verdugos
y la mano derecha
recibe el cayado de caña,
en que la espalda siente
derramarse el violeta
como lluvia de lepra
y en la mejilla
arde el calor
de la primera bofetada,
canto
a las veces calientes
en que cae como un tonto
que no intenta defensa,
y ya en el colmo de la inercia
pide perdón
para el que juzga indigna
su existencia, y le arroja
la muerte a la cara
como una naranja putrefacta,
canto al pecho en donde brama
el grito: -“¡Padre!,
¡por qué me has abandonado!”
Orfila Bardesio
De dieciséis odas y una canción (2001)
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