Días de ocio en la ciudad que fue
Nadie me entiende sino el Gato Pedro
le daré una botas para que llegue a la Ciudad que Fue
y deje de dormir frente a la chimenea que en el Molino
encienden en pleno verano
en el Sur Profundo tendrá que cazar ratones
y vivir con colores propios
mientras yo voy al cementerio
del brazo de la hija del capitán del Puerto
donde hace cuarenta años que no pasa ninguna nave
el tontito del pueblo me pregunta si yo soy poeta
y yo le recito "Asteroides" de Pedro Antonio
González
todos creen que yo lo escribí
y firmo autógrafos para los hijos de los parroquianos
ya no hay barcos
ya no hay trenes
los diarios de la Capital llegan al día siguiente de su
aparición
le regalé al Cura Párroco
"La Mente Drogada. Cómo Librarse de las
Dependencias"
de los doctores Hudgson y Miller
mientras un niño echa anilina a la pila del agua bendita
que Nuestro Señor me libre del trabajo
sólo quiero que se abran para mí las puertas de marfil
del ocio
y yo quiero que esto no sea un poema
sino una página en blanco.
Jorge Teillier
Jorge Teillier (Lautaro, Chile 24 de junio de 1935 - Viña
del Mar, Chile 22 de abril de 1996)
Para Teillier, lo importante en la poesía no era lo
estético, sino la creación del mito y de un espacio o tiempo que trascendieran
en lo cotidiano, utilizando lo cotidiano. Según Teillier, el poeta no debe
significar sino ser. Reivindicó un tiempo de arraigo frente a la generación de
los años 50, que postulaba el éxodo hacia las ciudades.
Sus letras están teñidas de colores de melancolía y
vivencias de gente del interior, paisajes
de lluvia y vegetación del sur de Chile.
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