CANCIÓN PARA DECIR EN LA CALLE
Un día, siquiera, por semana
ensayemos el oficio humano:
Paremos el reloj,
ocultemos el calendario;
no abramos periódico ni libro,
ni escuchamos radio,
y tomemos un ómnibus cualquiera
que nos conduzca al campo.
Y una vez allí,
busquemos un sitio solitario,
entre los pinos
y los álamos
si la vera del agua, si el arroyo
quiere ofrecernos su cristal cercano,
0 en la abierta llanura donde el viento
galopa con los caballos.
Y vivamos,
sí, nada más,
vivamos,
mientras crece la luz, y la marea
de la savia asciende
por arterias de árbol;
vivamos,
mientras vuelan insectos, y las nubes
livianas y lentas como barcos
viajan al sur, y el aire
conduce pájaros;
sí, nada más,
vivamos,
en reposo total como la hierba
que nos da su regazo
de vez en vez oyendo
el oscuro corazón del mundo
que late soterrado.
Sí, nada más,
vivamos,
solamente vivamos.
Antonio Esteban Agüero
De "Canciones para la voz humana" (1973)
Muy buena oportunidad para acercarnos a los autores.
ResponderEliminar