Un jinete nocturno
en el paisaje
Siento correr por
las venas del campo
Un jinete nocturno
enmascarado.
La noche. También
galopan en caballos robados
Los cuatreros
arreando los vacunos.
Surgen los trenes.
Las reses dormidas se levantan
Allá en los
grandes galpones de madera.
Una sombra va
saltando los cercos.
Esta fue una
mañana campesina:
Relinchos,
validos, vacas de pródigas ubres,
Las ordeñadoras,
curvadas con el peso de los baldes.
Es la noche de
nuevo. Mi abuelo se levanta
Rehecha su manera
antigua,
Y observa, como
ayer, al trigo.
Debe andar mi
abuelo por los campos recién abiertos
Hablando con los
pinos, espantando gorriones.
El campo está
solo, tembloroso. Y él lo mira.
El vino es un
joven bonachón y alegre.
Sucede que quiere
iluminar la noche
y baja a las
aldeas, envuelto en una manta.
La mañana tiene
olor a pan amasado.
La ropa recién
lavada dice "adiós" en los patios.
Pero es de noche.
Un fantasma penetra en la leñera.
Una casa se quiere
esconder del cielo.
Un campesino mira
hacia arriba:
Más allá de las
nubes viene el granizo,
Bandolero blanco,
asaltante de los huertos.
Y es la noche.
Va a penetrar al
pueblo
Un jinete nocturno
enmascarado.
Jorge Teillier
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