I
Brilla, lejos
otro lago, que tiene una pequeña isla
donde apenas se ven dos o tres árboles.
Después de tantas caminatas, siempre
aparece allá lejos -ni siquiera un poco más cerca-
con su islita y su brillo.
Vamos a dar vuelta, porque oscurece rápido.
Volveremos tal vez otro día.
(Un pájaro se burla entre los árboles)
II
Como ya no es verano
quedó el aire enseguida más frío
al irse el sol. Un aire
nuevo, que viene de tocar tierra húmeda
y piedras frías. Un aire
ya con algo de sombra creciéndole dentro
y soplándole sombra a quien respira.
III
Si sólo existen los acontecimientos
presentes, y su veloz caída hacia el pasado
qué pensar de ésos
latiendo en el futuro
poco a poco acercándose:
“Ya estoy aquí!” dice el amanecer. Pero
de dónde vienes?
IV
¿No era el Sandú el suave, el silencioso?
Agua de poca hondura, con sus piedras,
sus pastos inclinados?
De pronto
saltó el agua
por encima del dique de tierra.
Por un rato
unos pocos minutos
fue salto y caída
el tumulto el gran ruido
y un momento después se abre un hueco
y empiezan a caer los pedazos de tierra
desprendiéndose, enteros.
Rostro de furia, no te conocíamos
pero quedó la imagen
de la triunfante rabia
como el otro posible
el otro
el escondido
la otra cara.
Circe Maia
De Breve sol (2001)
Ediciones de la banda oriental