Orgullo de Mono
no la poesía vociferada
de rellenos de sandwich bien viajados
sino la lírica más breve
más carnal
que
chamusca la página
como un paquete de petardos apuntando a la Meca
con lujuria en sus corazones/corazones que se parecen
a la cara de Steve Kelen
inscrita en un plátano, todo un racimo de ellos
cada
uno con una cara diferente
apropiada para diversas
ocasiones
&
tampoco plátanos sino un paquete de uvas
hechas de
vidrio-
un tributo al arte de los sopladores de vidrio.
Pero mientras reconocemos las caras del Grande,
los
grandes en la sima
del paquete/
los de la mitad están borrosos
porque el vidrio caliente
estaba más allá
del soplo controlado del artista
mientras que al fondo del paquete
tenemos que
leernos nosotros mismos
en
los rasgos vagamente esbozados
-aunque
yo pueda verme o.k.,
cuando la luz, refractada a través del rostro
del que soy
muestra una vitrificada somnolencia que reconocería en
cualquier parte
& las garras delanteras aplastadas
de Elsa la Leona,
extendidas
hacia mí
con mirada de reproche
"no a mí, no a mis buenas
intenciones"
los labios completamente redondedos
sobre las uvas parecen decir,
incluso aunque aparezcan digresiones
como avenidas alineadas con árboles
porque soy un globo que flota en torno
rebotando hacia los suburbios
donde un vaquero sale de un estante
cabalgando en un frasco de píldoras
"Pronto"
continúa la uva
"la nueva tecnología me suprimirá
&
seré empleado en un bote a remos
montado
en un parque
al que conducen las avenidas
porque la sociedad no ha elegido / para decorar
su
derrumbe
con
un pandolor inútil
& yo lo haré,
a pesar de mi vocación
de llegar a ser un aparato que ahorre trabajo, abriendo
tarros con control
remoto
en la cocina de tu corazón / embotellando las verduras
que cultivas en
tu propio patio trasero.
John Forbes