INVOCACION
Señora:
líbrame del comercio,
que nada compre con halagos,
que nada venda con astucia,
que nada compre con adulación,
que nada venda con mentira.
Deja que me confundan,
que no respondan, deja
que si responden, rompan
mi corazón. No me liberes
de los días aciagos,
de las depredaciones,
de la altivez de los acantilados,
de la verdad de las tormentas,
de la simplicidad del viento,
de la inocencia de las olas.
Déjame tropezar,
extraviarme, vivir.
Raúl Gustavo Aguirre