Sopa de Amor, Karen Alkalay-Gut
I
Esta noche sueño que acompañamos a nuestro hijo
a los baños rituales, construidos
muy hondo bajo tierra, más abajo de la vista
de aquellos implicados en la vida diaria. Así es que
nadie
ignorante en asamblea
puede ver a los amantes en sus profundos
ritos, examinando sus cuerpos,
aprendiendo la desnudez,
inmersión.
Me despierto con el apretón de una mano,
muevo mi cuerpo febril hacia mi hombre.
II
Qué sabiduría podemos dejarle a nuestros hijos sobre el
amor.
Fue nuestra generación la que primero dejó
nuestras llagas al descubierto, hizo elegantes tatuajes
de nuestras cicatrices, sacando la alegría del dolor
que muestra el peligro. Estamos sentados en el café,
observando a nuestras hijas que pasan junto a hombres
que podrían haber amado y nos encontramos
con espejos de su miseria, aquellos
que no pueden darles dicha,
y hacer a los hombres equivocados
miserables.
III
Esta mujer cuyos senos
caen de su corazón, se mide
en los ojos del otro; mientras más grande
es él, mayor es el reflejo,
y mientras más lejos,
más de ella se ve.
Y en la tarde hace el amor
con su propio cuerpo, lavándose el pelo,
masajeándose los dedos antes
de la manicure.
IV
Y de ese hombre cuya voz
está hambrienta de miel yo no
sé nada; de su apartamento--
la sala
con sus dos sillones
frente a la música:
radio, deck,
disco compacto, parlantes--
la colección de discos muro a muro
(Dios, los saca como si supiera
donde está cada uno con los ojos vendados).
Toda esa gente en todas esas canciones
todos solos en sus álbumes.
V
"Dormí con Jagger"
me escribe mi amiga de california
tras años de soñar
con dormir con Jagger
"y todo el tiempo
estuve pensando
en mi sueño
de dormir con Jagger".
VI
¿Por qué? Mick no puede tener satis
faction? Nos lo aseguraron,
o nuestro dinero sería
devuelto.
Y en la cama el otro
no se ve nada como
la gente perfecta
del cine.
Nos prometieron demasiado
para recibir el placer
como venga.
VII
No puedo tener
satis
Nada es
mejor que más
Menos que todo
no satisfará
Cuando lo que queremos
es posesión.
VIII
En las épocas oscuras antes de
la Alegría del sexo cada
toque era singular
IX
Me enseñarás amor,
pregunta ella.
Él le vuelve la espalda
Gracias.
X
Qué nos debemos cada uno en el juego del amor,
qué nos debemos a nosotros mismos
y qué elección tenemos,
tanta gente
en cama con nosotros,
como muñecas rusas
una madre dentro de la otra,
o tomas de acción en una película en cámara lenta
interminables sombras que parecen
moverse como una sola.
XI
Cuán intercambiables son los genitales
y cuán específico es el deseo.
XII
Las obsesiones son fáciles:
amar a alguien que no
corresponde. Tan puro.
Lanzando pelota tras pelota
en un campo vacío
que no esperas que te devuelvan
Luego regresa
y el juego se torna
complejo
casi
imposible
emocionante, cambiante
peligroso.
XIII
Mientras más te acercas
menos te veo
mientras más te conviertes
Mientras más te conviertes en mí
menos eres
amante
Mantén tu distancia
quédate cerca
XIV
Qué si tú caes
en un baño caliente
de sopa de amor
y mientras yaces ahí, saciado,
la sopa se enfría, se congela,
te atrapa en su pegajoso
apretón vegetal
XV
La mujer más vieja que conozco
da conferencias sobre la Verdad en casas de reposo.
En el cine
la escena se torna sexy
ella se aprieta su seno, susurra
una y otra vez: "Oh, corazón, mi
corazón"
Y Yeats termina hambriento
de una chica en sus brazos
XVI
Tú despertaste este poema
Te busqué por ese
pensamiento de esa estremecedora
fuerza con que abrirías
esa maravilla
que no conocías
entonces
XVII
Un joven en mi sueño
me sirve sopa de lentejas
con una profunda sonrisa
que yo estoy encantada de compartir.
Tenía hambre y tú me alimentaste
con potaje, digo, y veo
que se parece al muchacho que amé
hace muchos años lejanos,
como el enfermero
que cuidaba a mi padre
con manos tibias y gentiles
aquellos días en que estaba muriendo.
Karen Alkalay-Gut