El fantasma
Tu día irreal quizás
comience
en esta taza imaginaria
su hipotético café
sólo
existió
ayer y
pensás
no obstante
que
podría ser éste un día como
cualquier otro quién
sería aquel
humanito
que lo sepa vivir
no más tu vida en
esta habitación
tu vida que finge serlo
porque
carne y
huesos pero nadie
nada sabe de tu
orfandad y la taza
del
blanquísimo café
rota en rara galaxia
hace un milenio
Tu boca pronuncia hoy
sílabas incongruentes
Al planeta
no lo conmueve tu sobrevida.
Este momento
de ahora
ya ocurrió. Tu fervor
comienza a cobijarse en el pasado.
Tu sangre la del año próximo
se empeña
la presumida
en fluir.
Jorge
Ariel Madrazo