Quiero explicar que todos los post que fueron subidos al blog están disponibles a pesar de que no se muestren o se encuentren en la pagina principal. Para buscarlos pueden hacerlo por intermedio de la sección archivo del blog ahi los encuentran por año y meses respectivamente. también por “etiquetas” o "categorías de textos publicados", o bajando por la pagina hasta llegar al último texto que se ve y a la derecha donde dice ENTRADAS ANTIGUAS (Cargar más entradas) dar click ahí y se cargaran un grupo más de entradas. Repetir la operación sucesivamente hasta llegar al primer archivo subido.

INSTRUCCIONES PARA NAVEGAR EN EL BLOG:

El blog tiene más contenidos de los que muestra en su pantalla inicial al abrir la página. En la pantalla principal usted vera 5 entradas o posteos o publicaciones. Al llegar a la última que se muestra puede clickear donde dice ENTRADAS ANTIGUAS verá las 5 entradas, posteos o publicaciones anteriores. Puede seguir así y llegará hasta la primera publicación del blog. A la izquierda en la barra lateral (Sidebar) Usted verá el menú ETIQUETAS. Ahí están ubicadas las categorías de los textos publicados, si usted quiere ver poemas de un determinado autor, busca su nombre, clickea ahí y se le abrirán los trabajos de ese autor, Si no le mostró todo lo referido a esa categoría al llegar al final encontrará que dice ENTRADAS MAS RECIENTES, PÁGINA PRINCIPAL Y ENTRADAS ANTIGUAS. Debe clickear en ENTRADAS ANTIGUAS y le seguirá mostrando mas entradas o post con respecto al tema que busca. A la derecha , se encuentra un BUSCADOR, usted puede ingresar ahí el nombre del poema, o texto, o un verso, o autor que busque y le mostrará en la página principal el material que tenga el blog referido a su búsqueda. Debajo del Buscador del Blog encontramos el Menú ARCHIVO DEL BLOG en el cual se muestran los Títulos de las entradas o textos publicados del mes en curso, como así también una pestaña con los meses anteriores en la cual si usted clickea en ella verá los títulos de las entradas publicadas en determinado mes, si le da clic verá dicha entrada y asi año por año y mes por mes. Puede dejar comentarios en cada entrada del blog clickeando en COMENTARIOS al final de cada entrada. El blog es actualizado periodicamente, pudiendo encontrar nuevos textos, fotografías, poemas, videos, imágenes etc...

Gracias por visitar este lugar.




8 de diciembre de 2018

Noches, Alejandro Nicotra


NOCHES

I
Se ha levantado, a mitad de la noche.

-En los vidrios, hay astros
y un espectro lunar,
como restos de un sueño...

Él duda, entre dos sombras.

Pero todo lo borra, en la luz de la lámpara,
un flotante desierto.

II
Tras los vidrios, el hielo de las cumbres:
su flor irreal,
hierática.

Pero aquí arde,
áspera leña, el tiempo:
echa sombras, reflejos tortuosos,
de un azar.

III
El hombre,
en su sillón, frente a la chimenea,
mira cerrarse el párpado
de la última brasa.
(Afuera,
se oyen los pasos, fantasmales,
que inauguran el alba.)
Pero aún él espera
la confidencia, también última, de la noche,
antes que el día en cierne,
ávido de realidad,
le clausure el secreto.

Alejandro Nicotra

7 de diciembre de 2018

Córdoba en la poesía de Rafael Alberto Arrieta, Alejandro Nicotra




Córdoba en la poesía de Rafael Alberto Arrieta


La reciente visita de la Academia Argentina de Letras a la ciudad de Córdoba (1) talvez sea un buen motivo para recordar la que en su momento realizó a nuestras sierras un hondo y delicado lírico, que fuera miembro de número de esa corporación: Rafael Alberto Arrieta. Digo, que quizá resulte oportuno traer a estas páginas el recuerdo de los versos que esa visita motivó y que, por cierto, no se limitan a ser sólo la constancia estética de una circunstancia sino que además tienen una importante significación dentro de la obra misma de su autor y un decisivo relieve en la configuración del paisaje literario de Córdoba (2).
En su discurso de recepción del poeta platense a la Academia, en 1935, describió muy bien Carlos Obligado su rumbo estético y el camino inicial, con la siguiente imagen: “Amanecido al final del modernismo, el poeta retoma hacia el templo clásico a través del primoroso parque rubendariano, pero no se embelesa ante sus cisnes estilizados en demasía sobre lagos demasiado tersos. Busca mundo más fresco y natural...”. Mundo éste que encontró fiel expresión en el libro Estío Serrano, de 1926, donde Arrieta reúne las composiciones inspiradas por las sierras de Córdoba.
En las obras previas, tal vez las imágenes más perfectas y adecuadas a su sentir de entonces fuesen las relativas a la descripción dc interiores, recintos crepusculares o nocturnos donde se refugia y late la intimidad del artista -así, en esa lámina magistral titulada “La Medalla”. Muy diferentes, en cambio, son los cuadros de Estío Serrano, pintura al aire libre de una naturaleza agreste con matices arcádicos, idílicos. No creo que tales tonalidades se deban únicamente a las reminiscencias eglógicas que puedan suscitar las serranías cordobesas, sino también a que, en su fondo, en su motivación más intima, a veces explícita, a veces secreta, ese libro es un libro de amor.
Se percibe fácilmente que, para el autor, los paisajes que describe están “vestidos de hermosura”, como en la lira de San Juan, por la presencia -visible o invisible- de la
amada. Y esto así, sin que ellos varíen en nada su apariencia, “con sola su figura”, pues
en ningún otro poemario de Arrieta se refleja con tal inmediatez el mundo exterior. El
poeta es consciente de ello; de ahí que nos anuncie, desde el umbral del libro: “Mi sueño
esconde apresuradamente / su tablado de títeres. Y salgo/ a descubrir el mundo en su
primera / mañana, con los ojos asombrados /y la memoria matinal desierta”.
De tal modo, como con ojo virginal, de mañana del Paraíso, mira “el precipitante/ senderito rojo/ de la escarpadura” o los “álamos de Córdoba, /pastores de acequias” o el arroyo en cuyo cauce “sobre la piedra/ pulida y blanca/ corre y desciende, /sin voz, el agua”. Con actitud adámica, va nombrando, celebrando, las cosas del lugar que visita, no en su sesgo platónico, sino en su singularidad terrena. No se trata de caminos alegóricos, sino de puntuales senderos montañeses; no del árbol genérico, pero si de los álamos de Córdoba; no de cualquier curso de agua, sólo del que discurre, silencioso, sobre la piedra blanca de un arroyo serrano. Ejemplos semejantes podrían extraerse de cada página del volumen. Yo querría proponer aquí el de una deliciosa acuarela, segunda parte del tríptico titulado “Paseo matinal”:

La campiña olorosa
me celebra la esposa.

Esponjase el poleo, arborescente y vano,
pidiendo la caricia de tu mano.

Como no alcanzan más, la menta y el tomillo
perfúmante el zapato y el tobillo.

Pero elevan, ufanos, a tus ojos,
su doradita umbela los hinojos.

En otra breve composición, una suerte de grabado en claroscuro, se advierte también el propósito de fijar la imagen en un tiempo y un espacio bien definidos. El trabajo estilístico, conducido en esa dirección, es recatado y sutil, como puede observarse:

Noche de enero, quieta y luminosa,
junto al rio, entre piedras, y a tu lado.

Mi corazón maduro
para la maravilla y el milagro.

Si una estrella cayese,
tendería la mano...

Quizá no sería aventurado conjeturar la influencia, sobre Estío serrano, de la poesía de Antonio Machado, tanto en el “procedimiento de crear una circunstancialidad” -la expresión es de Julián Marías- y de impregnar de una temporalidad muy fluida la trama del poema, como en la atención a los rasgos propios de un determinado paisaje. Pero también habría que recordar que ya se había oído entonces la voz de Fernández Moreno, su compañero de generación, quien, como dijo Borges en frase de cita inexcusable, “después de saludar a Rubén Darío en su dialecto de astros y rosas, había ejecutado un acto que siempre es asombroso y que en 1915 era insólito: había mirado a su alrededor”. Asimismo, en los años que median entre Las iniciales del misal y Estío serrano otros poetas, como Juan Carlos Dávalos en Salta o Luis Franco en Catamarca, describían con aplicación la comarca nativa y los seres y cosas de su suelo. Así, las figuras, típicas, de “La aguaterita”, el “Pastor serrano” y los “Calcheros”, dibujadas con minuciosa pulcritud por la pluma de Arrieta, resultan, pues, familiares de las que pueblan algunos libros dela época.
Pero su poesía siempre trasciende los límites del mero color local.
También como en Machado, su norte son las intuiciones que el autor de Soledades denominó “ideas cordiales", “universales del sentimiento”. Aun en un libro tan ahincado en la circunstancia autobiográfica, como es Estío serrano, y que hace de la precisión del aquí y el ahora un presupuesto estético y hasta diría una virtud el horizonte de su poesía no difiere de aquellas esenciales visiones, o -para seguir utilizando la terminología machadiana “palpitaciones”, del espíritu. La formación simbolista de Arrieta, coincidente con tal objetivo, aflora y se renueva, de un modo patente, en páginas como las tituladas “Al palidecer la tarde”, “Las sombras” o “Nocturno”.
No podría dar fin a esta ligera relación de su visita ~lírica- a nuestras serranías, sin referirme a una de las poesías más bellas de Arrieta: “Motivo de otoño”. Este texto, aunque no adscripto, lógicamente, a Estío Serrano, fue publicado en el mismo volumen, en una addenda titulada “Otros poemas”, y, a nuestro sentir, consiste justamente en una reflexión complementaria de la experiencia condensada eii aquel libro. Como en Rilke, vida y muerte se hermanan aquí en una tradicional imagen del amor y la sabiduría: la del fruto maduro.
Con esa imagen, que encierra también, para nosotros, una casi tangible sugestión de huertas cordobesas, concluyo estas líneas:

En cestillo de plata
brindas, Otoño colector, el fruto
jugoso, almibarado: ¡la carnuda
delicia que deshace
su corazón en aguanieve; el vivo
panal de forma cincelada que abre
su corazón de almendra; el ya postrero
néctar que aumenta su dulzura herido
por el fúnebre anuncio! Así la muerte
mezcla al vino de amor su gota hermana,
y el hombre pasajero
sacia su sed de eternidad, amando
con un ansia mayor lo que perece.

¡Embriágueme tu fruto
sensual! Sangre la maca
dolorida su miel, nunca más dulce,
y en la ablandada intimidad, ya dócil
al roedor que desmorona el túnel
de su constancia, déme
consuelo y fuerza tu licor, Otoño,
¡dime, maestro, tu lección preciosa!


Alejandro Nicotra

(1) Durante los días 13 y 14 de setiembre, de 2000
(2) Véase Paisaje literario cordobés, de Oscar Caeiro




6 de diciembre de 2018

Mientras hablas, Alejandro Nicotra


MIENTRAS HABLAS



Mientras hablas, un árbol cabecea,
pasan hombres, mujeres, automóviles,
ensaya rostros una nube: mueve
los cabellos, las cejas que se asombran,
los labios que nos hablan silenciosos,
-y es otra cara, que se está soñando-.
Mientras hablas, a orillas de un café,
tu cigarrillo inventa un ángel: sube,
se te enreda en el pelo, abre las alas
en el olvido o la memoria: nada,
tiempo en el tiempo, humo en el aire. Mientras
hablas, y la mañana crece, y juegan chicos
en la plaza de enfrente y algún hombre
se olvida bajo el sol, te estoy oyendo
como quien bebe de una fuente eterna,
de un surtidor que en su caer se inicia
y aplaca toda sed. Sí, mientras hablas,
y la ciudad relampaguea, y sube
desde tu mano un ángel lacio, de humo...

Alejandro Nicotra



Del libro "Detrás, las calles", Colec. Adonais,
Edit. Rialp, Madrid, 1971.

5 de diciembre de 2018

El espectro, Alejandro Nicotra


EL ESPECTRO

Al pie de la antena de hierro
que escucha sin tregua a la ciudad,
habla, muere en un cuarto blanco y
negro.

Alguien:
mi espectro.

Destino mío sin cumplir,
él lo padece ahí,
ahora.

Muere sobre los poemas no escritos.

Torpe la lengua entre los dientes de piedra,
lo que ya nunca habré de oír,
eso dice.

Alejandro Nicotra

Etiquetas

Videos (231) Jose Luis Colombini (115) Osvaldo Guevara (111) Café Literario Traslasierra (93) Rafael Horacio López (86) Aldo Luis Novelli (76) Claudio Suarez (69) Antonio Esteban Agüero (65) Alejandro Nicotra (64) Roberto Jorge Santoro (64) Juan L. Ortiz (59) Baldomero Fernández Moreno (50) Oscar Guiñazú Alvarez (50) Gianni Siccardi (49) Olga Orozco (49) Vicente Huidobro (49) Jorge Teillier (48) Aldo Pellegrini (47) Elvio Romero (47) Enrique Lihn (47) Felipe Angellotti (45) Gloria Fuertes (45) Circe Maia (41) Hermann Hesse (41) Fernando Pessoa (36) Rodolfo Alonso (35) Vicente Aleixandre (35) Horacio Castillo (34) Gonzalo Rojas (33) Miguel Ortiz (33) Alejandra Pizarnik (32) Edgar Bayley (31) Raúl Gustavo Aguirre (29) Rodolfo Godino (29) Alberto Luis Ponzo (28) Anton Chejov (28) César Vallejo (28) Daniel Conn (28) Marco Denevi (27) Octavio Paz (27) Gabriela Bayarri (26) Jorge Ariel Madrazo (26) Théophile Gautier (26) Alberto Girri (25) Carlos Garro Aguilar (25) Jacques Sternberg (25) Jaime Saenz (25) Leónidas Lamborghini (25) Leandro Calle (24) Orfila Bardesio (24) Leopoldo Marechal (23) H. P. Lovecraft (22) Poetas Chinos (22) William Carlos Williams (22) Carlos Castaneda (21) Grupo Literario Tardes de la Biblioteca Sarmiento (21) Horacio Preler (21) Leopoldo "Teuco" Castilla (21) O. Henry (21) Sandro Penna (21) Sandro Tedeschi (21) Witold Gombrowicz (21) Julio Bepré (20) Mario Torres (20) Nicanor Parra (20) Cesar Moro (19) Francisco Madariaga (19) María Meleck Vivanco (19) Vicente Luy (19) Omar Yubiaceca (Jorge Omar Altamirano) (17) Jorge Luis Carranza (16) Teresa Gómez Atala (16) Ariel Canzani (15) Manuel Mujica Laínez (15) Marcelo Dughetti (15) Ana Cristina Cesar (14) Carlos Drummond de Andrade (14) Isidoro Blaisten (14) Karen Alkalay-Gut (14) Manuel López Ares (14) Mircea Eliade (14) Nestor Perlongher (14) Raymond Carver (14) Richard Aldington (14) Spencer Holst (14) Alaide Foppa (13) Andres Utello (13) Anne Waldman (13) Antonin Artaud (13) Charles Baudelaire (13) José B. Adolph (13) Lawrence Ferlinghetti (13) Marcel Schwob (13) Miguel Angel Bustos (13) Ricardo Rubio (13) Sam Shepard (13) Teresa Wilms Montt (13) Cecilia Meireles (12) Ernesto Cardenal (12) Jose Emilio Pacheco (12) Rainer María Rilke (12) Laura López Morales (11) Música (11) Rodolfo Edwards (10) Carlos Bousoño (9) Victor Saturni (9) Adrian Salagre (8) Eugenio Mandrini (8) Federico Garcia Lorca (8) Horacio Goslino (8) Inés Arredondo (8) José María Castellano (8) Juan Jacobo Bajarlia (8) Julio Requena (8) Roberto Juarroz (8) Roque Dalton (8) Allen Ginsberg (7) Antonio Porchia (7) Basho (7) Carlos Oquendo de Amat (7) Charles Simic (7) Conde de Lautréamont (7) Francisco Rodríguez Criado (7) Gaspar Pio del Corro (7) Gerardo Coria (7) Gianni Rodari (7) Hans Magnus Enzensberger (7) Leonard Cohen (7) Li Bai (7) Li Po (7) Litai Po (7) Lope de Vega (7) Norah Lange (7) Oliverio Girondo (7) Pedro Serazzi Ahumada (7) Robert Frost (7) Eduardo Galeano (6) Gregory Corso (6) John Forbes (6) Revista El Gato del Espejo (6) Torquato Tasso (6) Victoria Colombini Lauricella (6) William Shand (6) Círculo de Narradores de Traslasierra “ Paso del Leon” (5) Hugo Mujica (5) Jorge Luis Borges (4) Leopoldo Lugones (4) Eduardo "Lalo" Argüello (3) Encuentro Internacional de Poetas "Oscar Guiñazù Alvarez (3) Roberto Bolaño (3) Tomas Barna (3) Pablo Anadón (2) Pablo Neruda (2) Ricardo Di Mario (2) Rubén Darío (2) Susana Miranda (2) Walter Ruleman Perez (2) Antonio Machado (1) Beatriz Tombeur (1) Eduardo Fracchia (1) Enrique Banchs (1) Enrique Molina (1) Ernesto Sábato (1) Jose Caribaux (1) Juan Gelman (1) Julio Cortázar (1) Mario Pacho O Donnell (1) Ricardo Piglia (1) Victoria Ocampo (1)