El amor, cada noche
Todo se puede
en él y para otros, en un parpadear
de nubes, de gestos, en el vaivén
de horas, de palabras, donde puede
estar y balancearse sobre el hombro,
en la memoria, en el deseo,
en su sábana o aire donde espera,
en su entrega carnal y desasida,
volátil y carnal, terrestre, cálida,
en brasa de silencio, en húmedo terrón,
en muerte, en vida, donde
más que muertos y vivos
revivimos y nos vamos.
Todo es guiado en él y religado
sobre llaves perdidas,
desconocidas cerraduras, sobre puertas
derribadas y ventanas al vacío.
Se llama Amor desde antes
del sueño, la ceguera, la lágrima,
el horror, la piedad, el desamparo,
la ausencia, la injusticia, amor
que puede posarse cada noche
en el futuro, en el reloj que nos despierta,
que llama y nos arroja
sobre la órbita del tiempo
a sumar vueltas y caminos.
Alberto Luis Ponzo