A Miles
Sóplale el culo al mundo
desde tu trompeta.
Arráncale una lágrima
al corazón de una rubia.
Muévele los pies
a los Ghettos del Bronx.
Robále un beso
a la mesera de caderas musicales.
Y sacudí las nubes
con tu delicada serenidad,
para que el coro de ángeles
dance al ritmo de tú música.
José Luis Colombini