Si estoy enfermo vago entre la multitud
del suburbio. Pero la húmeda grisura
invernal me vuelve triste y solo.
invernal me vuelve triste y solo.
A soplos sube a la calle un hedor
cálido desde un gimnasio subterráneo
donde jóvenes y desnudas fieras asaltan
a enemigos imaginarios, allí abajo a saltos
soplando.
Un viejo mendigo mira,
conmigo, la escena sin nostalgias.
Sandro Penna