MIENTRAS HABLAS
Mientras hablas, un árbol cabecea,
pasan hombres, mujeres, automóviles,
ensaya rostros una nube: mueve
los cabellos, las cejas que se asombran,
los labios que nos hablan silenciosos,
-y es otra cara, que se está soñando-.
Mientras hablas, a orillas de un café,
tu cigarrillo inventa un ángel: sube,
se te enreda en el pelo, abre las alas
en el olvido o la memoria: nada,
tiempo en el tiempo, humo en el aire.
Mientras
hablas, y la mañana crece, y juegan chicos
en la plaza de enfrente y algún hombre
se olvida bajo el sol, te estoy oyendo
como quien bebe de una fuente eterna,
de un surtidor que en su caer se inicia
y aplaca toda sed. Sí, mientras hablas,
y la ciudad relampaguea, y sube
desde tu mano un ángel lacio, de humo...
Alejandro Nicotra
Del libro "Detrás, las calles",
Colec. Adonais,
Edit. Rialp, Madrid, 1971.
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