La poesía como un arte insurgente
Los bosques de Arcadia están muertos,
su antiguo júbilo ha sido enterrado;
desde siempre el mundo se alimentó con
sueños
ahora la gris verdad es su juguete
pintado...
-William Butler Yeats-
Sí, qué tiempos estos
cuando escribir un poema sobre el amor
es casi un crimen
pues contiene
tantos silencios
acerca de tantos horrores...
-Inspirado en Bertolt Brecht-
Nos disculpamos por los inconvenientes,
pero esto es una revolución.
-Subcomandante Marcos-
Te estoy enviando señales a través de las
llamas.
El polo norte ya no se halla donde solía
estar.
El destino manifiesto ya no se manifiesta.
La civilización se autodestruye.
Némesis golpea a la puerta.
¿Para qué sirven los poetas en épocas como
éstas?
¿Cuál es la utilidad de la poesía?
La condición del mundo pide auxilio para
que la poesía lo salve.
Si aspiras a ser un poeta, crea obras
capaces de responder al desafío de los tiempos apocalípticos, aun cuando esto
signifique que tu tono sea apocalíptico.
Tú eres Whitman, eres Poe, eres Mark Twain,
eres Emily Dickinson y Edna St. Vincent Millay, eres Neruda y Mayakovsky y
Pasolini, eres un norteamericano o un extranjero, puedes conquistar a los
conquistadores con palabras.
Si aspiras a ser un poeta, escribe
periódicos vivientes. Sé un reportero del espacio exterior que envía sus
despachos a algún editor supremo que cree en la total revelación de los hechos
y tiene un bajo umbral de tolerancia ante la mentira y sus mierdas.
Si aspiras a ser un poeta, experimenta con
todo tipo de poéticas, rotas gramáticas eróticas, religiones extáticas,
efusiones paganas hablando en lenguas, rimbombante discurso público, escritura
automática, apreciaciones surrealistas, monólogos interiores, sonidos hallados,
delirios y enojos -para crear tu propia voz, tu voz que subyace allí, una voz
límbica, tu voz original, una voz primal.
Si dices que eres un poeta, no te quedes
sentado ahí nada más. La poesía no es una ocupación sedentaria, no es la
práctica del “sentados, por favor”. Párate y tírales con lo que tengas.
Tienes que desarrollar una visión amplia,
cada mirada un atisbo del mundo. Expresa la vasta claridad del mundo exterior,
el sol que nos ve a todos, la luna que derrama sus sombras sobre nosotros, los
quietos estanques en los jardines, sauces donde canta el oculto zorzal, el
atardecer que cae sobre las riberas del río, y los grandes espacios que se
abren hacia el horizonte sobre el mar… la alta marea y el canto de la garza
real… Y la gente, sí, la gente, en toda la tierra, hablando las lenguas de
Babel. A todas ellas dales una voz.
Tienes que decidir si el canto de los
pájaros canta el éxtasis o la desesperación, así sabrás si eres un poeta
trágico o lírico.
Si aspiras a ser un poeta, descubrí una
nueva manera para que los mortales habiten la tierra.
Si aspiras a ser un poeta, inventa un nuevo
lenguaje que todos puedan entender.
Si aspiras a ser un poeta, habla las nuevas
verdades, aquellas que el mundo no puede negar.
Si aspiras a ser un poeta, esfuérzate en
transcribir la conciencia de la raza.
A través del arte, dale un orden al caos de
la vida.
Crea nuevas noticias.
Escribe más allá del tiempo.
Reinventa la idea de la verdad.
Reinventa la idea de la belleza.
En la primera luz intensidad poética.
En la noche intensidad trágica.
Escucha el rumor de las hojas y la música
de la lluvia.
Apoya tu oreja sobre el suelo y escucha el
movimiento de la tierra, el surgimiento del mar, y los lamentos de los animales
que están muriendo.
Concibe el amor más allá del sexo.
Cuestiona todo y a todo el mundo,
incluyendo a Sócrates, que cuestionó todo.
Cuestiona a “Dios” y a sus amiguitos en la
tierra.
Sé subversivo, cuestionando constantemente
la realidad y el status quo.
Esfuérzate en cambiar al mundo de tal
manera que ya no habrá necesidad de ser un disidente.
Hiphopea y rapea tu camino hacia la
liberación.
Intenta ser un animal que canta, que se ha
transformado en el proxeneta de un rey pacifista.
Lee entre las vidas y escribí entre las
líneas.
Tus poemas deben ser algo más que avisos
clasificados para los corazones rotos.
Un poema debe cantar y volar con vos o será
un pato muerto con un alma en prosa.
Un poema lírico debe elevarse más allá de
los sonidos hallados en la sopa de letras.
Escribe las palabras de los astrónomos que
han visto con Heinrich Olber el sitio donde todo es luz.
Recuerda que “la noche, unas pocas
estrellas” tiene más fuerza poética que todo un catálogo de los cielos.
La imágenes en tu poema debieran ser jamais
vu, nunca déjà vu.
Las palabras pueden salvarte allí donde las
armas son inútiles.
Decide si un poema es una pregunta o una
declaración, una meditación o una protesta.
Reinventa a América y al mundo.
Trepa la estatua de la libertad.
Desconfía de la metafísica, confía en la
imaginación y refertilízala.
En lugar de intentar huir de la realidad
zambúllete en las carnes del mundo.
Si dices que eres un poeta, cántalo no lo
conceptualices.
No permitas que se diga que una imaginación
indolente ahogó la basura de tu corazón.
Reúne nuevamente la narración de una
historia y la voz viviente.
Sé el narrador de grandes historias,
incluso de las más oscuras.
Dale una voz a las calles sin lengua.
Convierte las palabras comunes en poco
comunes.
Peléate con el destino del hombre como lo
hacen los amantes celosos.
Besa el espejo y escribe sobre él lo que
ves y oyes.
Poeta, sé el espía de Dios, si Dios existe.
Artista, retrata su ojo,
si es que tiene uno.
Sé un oscuro ladrador frente a las carpas
de la existencia.
Observa la rosa a través de anteojos con
los colores del mundo.
Sé un ojo entre los ciegos.
Baila con los lobos y cuenta las estrellas,
incluso aquellas cuya luz aún no ha llegado aquí.
Sé inocente, no seas cínico, como si recién
hubieras aterrizado sobre la tierra, asombrado al observar el sitio donde has
caído.
Cuestiona con un corazón puro el inescrutable
significado de las cosas y nuestro destino tragicómico.
¿Tienes el don del encanto y estás rodeado
del asombro? ¿Tienes el loco sonido?
Sé un tonto zen.
El brillo de sol de la poesía lanza
sombras. También tienes que pintarlas.
Nunca podrás ver u oír o sentir demasiado.
Si puedes soportarlo.
Lucha para recobrar la inocencia del ojo de
la infancia.
Compone sobre la lengua, no lo hagas sobre
la página.
Como un budista, escucha el ritmo de tu
propia respiración.
Baja la voz y habla desde tu pecho, no lo
hagas a través de la nariz.
Cuando leas tus poemas, no trates de romper
los cristales de las ventanas
del barrio vecino.
En este arte, no tienes maestro de canto,
salvo tu oído interior.
Serás tan grande como tu oído. Si éste es
de lata, mala suerte.
Igual que los humanos los poemas poseen
defectos fatales.
Canta, ¡Hola!
Escribe un interminable poema sobre tu vida
en la tierra o cualquier otro lugar, una poesía más grande que la vida.
Un gran poema deberá nacer de la suma de
todos tus poemas, registrando más que la superficie de la realidad, más que
“aquello que pasa por la ventana”.
Halla la realidad más allá de sí misma, si
existe tal cosa.
Tu lenguaje debe cantar, con o sin rima,
para justificar que éste sea en la tipografía de la poesía.
Tienes que hacer algo más que poesía de “la
palabra hablada”, haz poesía de la “palabra cantada”.
Apoya tu voz en un instrumento musical o
otros sonidos y deja que tus poemas florezcan en canto.
Escucha a los cantantes folclóricos del
pasado y del presente que son los verdaderos poetas del canto.
Lee entre las líneas del discurso humano.
Haz que tu mente aprenda a recorrer el
camino alrededor de tu corazón.
Tu vida es tu poesía. Si no tienes corazón
escribirás poemas sin garra.
Elude lo provinciano, busca lo universal.
No talles piedras. Sumérgete en el mar
buscando la poesía, cada poema un pez con vida.
Di lo indecible, haz visible lo invisible.
Piensa subjetivamente, escribe
objetivamente.
Persigue la literalidad de la imaginación.
Lo concreto es lo más poético.
Imagina largos pensamientos en breves
oraciones.
Si aspiras a ser un poeta no pienses que
los subterfugios del pensamiento son poesía.
Tres líneas cualesquiera no hacen un haikú.
Se necesita una epifanía para que se produzca.
Luego de una lectura de poemas no te
sometas a una sesión de preguntas y respuestas. La poesía excita las mentes.
Las preguntas y respuestas rebajan la poesía a prosa. ¿Acaso le preguntan a un
cantante folk que explique sus canciones?
Como un campo de girasoles, el poema no
debe ser explicado.
Si un poema debe ser explicado, esto es el
fracaso de la comunicación.
Un poeta no debe discutir el arte de la
poesía o el proceso creativo. Es más que un secreto del oficio, mistificándose
en sus misterios.
Lo que diga un poeta acerca de su trabajo
es una defensa que no debería llevar a cabo.
¿Quieres ser un gran escritor o un gran
académico, un poeta burgués o un poeta radical en llamas?
¿Puedes imaginar a Shelley asistiendo a un
taller de escritura?
Sin embargo los talleres de poesía pueden
desarrollar comunidades de amistad poética en el corazón de América, donde
tantos pueden sentirse solos y perdidos pues no hallan espíritus afines.
Si tienes que enseñar poesía golpea la
pizarra con la tiza de la luz.
Ninguna idea, sólo en los sentidos. Nihil
in intellectu quod non prius in sensu.
Si aspiras a ser un gran poeta, relaciónate
con poetas que piensen. Son difíciles de hallar.
La poesía del pensamiento se abstiene del
éxtasis.
Lee a los novelistas épicos, los poetas
proféticos, los grandes contadores de historias, las grandes mentes.
Frecuenta las librerías.
¿Qué tienes en la mente? ¿Qué piensas
hacer? Abrí la boca y deja de balbucear.
No tengas la mente tan abierta, pues se te
puede caer el cerebro.
Transfórmate en una mente nueva y hazla más
nueva aún.
Barre lejos las telas de araña.
Cultiva la disidencia y el pensamiento
crítico. El primer pensamiento puede ser el peor pensamiento.
Persigue la ballena blanca pero no le
claves el arpón. En lugar de ello captura su canto.
Otórgate permiso para realizar
deslumbrantes vuelos de la imaginación en fantásticos planeos.
Tienes que ir más allá de las grandes
expectativas y las más terribles profecías que todos albergamos.
Si aspiras a ser un gran poeta, sé la
conciencia de la raza.
Resiste mucho, obedece menos.
Desafía al capitalismo con su disfraz
democrático.
Desafía todos los credos políticos,
incluido el populismo revolucionario y el socialismo patotero.
Considera el sufismo, especialmente su
éxtasis tántrico en el cual la poesía compuesta en la lengua es la guía hacia
el corazón y también hacia el alma.
Glorifícate en el pesimismo del intelecto y
en el optimismo de la voluntad.
No soples burbujas de desesperanza.
La poesía es semilla y pimpollo, no es una
ramita.
Fúmala para volarte.
Genera alegría colectiva frente al rostro
del desaliento colectivo.
Libera secretamente todo ser que veas en
una jaula.
Libera a los pobres y enfurece a los
déspotas.
Haz sonar tu grito bárbaro sobre los techos
del mundo.
Grazna el gran graznido.
Siembra tus poemas con la sal de la tierra.
Defiende a los tontos y locos.
Observa la eternidad en los ojos de los
animales.
Observa la eternidad, no una próxima noche,
sino esta noche.
Expresa lo inexpresable.
No seas demasiado complejo para el hombre
de la calle.
Sé un ave de canto, no un papagayo.
Sé un canario en la mina de carbón. (Un
canario muerto no es solamente un problema ornitológico.)
Sé también un gallo que despierta al mundo.
Escribí poemas breves con la voz de los
pájaros.
El canto de los pájaros no es producido por
máquinas. Dale alas a los poemas para que vuelen hacia las copas de los
árboles.
No complazcas, muy particularmente no
complazcas al público, ni a los lectores, ni a los editores.
No halagues a la Mente Media de América ni
a la sociedad de consumo. Sé un poeta no un mercachifle.
No desmerezcas a los académicos que
sostienen que el poema debe contener integridad, armonía, radiaciones, verdad,
belleza, bondad.
Hazte al mar en barcos, o trabaja cerca del
agua, y rema en tu propio bote.
¿Por qué escuchar a los críticos que no han
producido grandes obras?
No produzcas poesía por metro.
No escribas segundas versiones de las
realidades virtuales.
Sé un lobo en la majada de corderos del
silencio.
No patines en la cáscara de banana del
nihilismo, incluso cuando escuches el rugido de la nada.
Tienes que llenar el oscuro abismo que
bosteza detrás de cada rostro, cada vida, cada nación.
Haz un poema de cada una de tus
experiencias y sobreponte a la miopía del momento actual.
Atrapa instantes, cada segundo es una
pulsación del corazón.
Oculta tu celular y estate aquí y ahora.
Busca lo permanente en lo evanescente, en
lo que huye.
Haz ondas permanentes, y no sólo en las
cabezas de las mujeres, estilizadas en la peluquería.
No juegues con tu bigote en sótanos
desesperanzados escribiendo boberías incomprensibles.
¿Por qué vivir en las sombras? Hazte un
lugar en el barco del sol.
No permitas que digan que tu poesía es una
mierda.
No permitas que digan que tu poesía es para
los pájaros.
Ríe a carcajadas de aquellos que dicen que
tus poetas son unos inadaptados o terroristas potenciales y un peligro para el
estado.
No permitas que digan que tu poesía es una
neurosis de la cual muchos no se recuperan.
Ríe de aquellos que dicen que toda la
poesía ha sido escrita por el espíritu santo y que tú eres solo un escritor
fantasma.
Nunca, nunca creas que la poesía es irrelevante
en las épocas oscuras.
No permitas que digan que los poetas son
parásitos.
Ríe de aquellos que sostienen que la poesía
es subvencionada por la Inseguridad Social.
No les creas cuando te dicen que nadie
invierte una moneda en la poesía en el mercado de valores de nuestra cultura de
los casinos.
No abras tu boca, salvo que tengas la
urgencia del canto.
Si no tienes nada que decir no lo digas.
No sermonees de este modo. No digas No.
Búrlate de aquellos que dicen que vivís en
el mundo de los sueños. Sueña tu propia realidad. Acampa en las riberas de la
realidad.
Ríe de aquellos que te dicen “Escriba
prosa, joven, escriba prosa”.
Sal de tu ropero. Ahí adentro hay demasiada
oscuridad.
Ten el valor de ser un insurgente poético
no violento, un antihéroe.
Templa lo intemperante de tu voz con la
compasión.
En las viñas de la ira cosecha las uvas
para hacer el vino nuevo.
Recuerda que los hombres y las mujeres,
seres sufrientes, viven el éxtasis y el dolor infinitamente.
Levanta las persianas, abrí tus cerradas
ventanas, eleva el techo, retira las cerraduras de las puertas, pero no arrojes
los tornillos a la basura.
No destruyas el mundo si no tienes algo
mejor para reemplazarlo.
Desafía a Némesis, la diosa vengativa, la
diosa de la envidia.
Comprométete con algo más allá de vos
mismo. Demuestra tu pasión.
¿Si pudieras arrebatar la fama de las
llamas, dónde estaría tu arco ardiente, dónde tus flechas del deseo, dónde tu
incendiado ingenio?
Cuando el poeta se baja los pantalones, su
“ars poetica” como sus nalgas deben ser evidentes, abriéndole el paso a las
erecciones líricas.
Las clases dirigentes comienzan las
guerras, las clases bajas combaten en ellas. Los gobiernos mienten. La voz del
gobierno no es la voz del pueblo.
Habla. Actúa. El silencio es cómplice.
Se el tábano del estado, pero también su
luciérnaga, su bicho de luz.
Y si tienes dos piezas de pan, haz como
hicieron los griegos, vendé una y con la moneda del reino compra girasoles.
¡Despiértate, el mundo está en llamas!
Que tengas un buen día.
Lawrence Ferlinghetti