Advertencia al
lector
El autor no
responde de las molestias que puedan ocasionar sus escritos:
Aunque le pese,
el lector tendrá
que darse siempre por satisfecho.
Sabelius, que
además de teólogo fue un humorista consumado,
después de haber
reducido a polvo el dogma de la Santísima Trinidad
¿respondió acaso
de su herejía?
Y si llegó a
responder, ¡cómo lo hizo!
¡En qué forma
descabellada!
¡Basándose en qué
cúmulo de contradicciones!
Según los doctores
de la ley este libro no debiera publicarse:
la palabra
arcoiris no aparece en él en ninguna parte,
menos aún la
palabra dolor,
la palabra
torcuato.
Sillas y mesas sí
que figuran a granel,
¡ataúdes! ¡útiles
de escritorio!
lo que me llena de
orgullo
porque, a mi modo
de ver, el cielo se está cayendo a pedazos.
Los mortales que
hayan leído el Tractatus de Wittgenstein
pueden darse con
una piedra en el pecho
porque es una obra
difícil de conseguir:
pero el Círculo de
Viena se disolvió hace años,
sus miembros se
dispersaron sin dejar huella
y yo he decidido
declarar la guerra a los cavalieri della luna.
Mi poesía puede
perfectamente no conducir a ninguna parte:
«¡Las risas de
este libro son falsas!», argumentarán mis detractores,
«sus lágrimas,
¡artificiales!»
«En vez de
suspirar, en estas páginas se bosteza»
«Se patalea como
un niño de pecho»
«El autor se da a
entender a estornudos».
Conforme: os
invito a quemar vuestras naves,
como los fenicios
pretendo formarme mi propio alfabeto.
«¿A qué molestar
al público entonces?», se preguntarán los amigos lectores:
«Si el propio
autor empieza por desprestigiar sus escritos,
¡qué podrá
esperarse de ellos!».
Cuidado, yo no
desprestigio nada
o, mejor dicho, yo
exalto mi punto de vista,
me vanaglorio de
mis limitaciones
pongo por las
nubes mis creaciones.
Los pájaros de
Aristófanes
enterraban en sus
propias cabezas
los cadáveres de
sus padres.
(Cada pájaro era
un verdadero cementerio volante)
A mi modo de ver
ha llegado la hora
de modernizar esta ceremonia
¡y yo entierro mis
plumas en la cabeza de los señores lectores!
Nicanor Parra
De Poemas y
antipoemas