Yo soy, Aldo Luis Novelli

Yo soy

el hombre

el orate

el que se cree poeta

el que te busca

en la arcilla del desierto

el que escucha el viento

para sentir tu voz

el que espera

el que siempre espera

acodado en la barra

del copetín al paso

y cuando la noche se hace líquida

te encuentra

finalmente te encuentra

en un vaso opaco de ginebra.

Aldo Luis Novelli

Las ventajas de estudiar magia, Aldo Luis Novelli

Las ventajas de estudiar magia

cuando la rana quiso croar

se dió cuenta que era

una sensual princesa/

y el sucio charco

del monte

una mullida cama

en mi aposento.

Aldo Luis Novelli

Escribir con lo que se tenga a mano, Aldo Luis Novelli

Escribir con lo que se tenga a mano

muchos escriben con el alma
no sé como hacen
otros con el corazón a pecho abierto
esos son muy románticos
otros escriben con lápiz o teclado
poetas elementales digamos
algunos pocos escriben
con todo el cuerpo
esos son buenos poetas
yo debo confesarlo
solo puedo escribir con las pelotas.

Aldo Luis Novelli

Atestigüen por mí, Aldo Luis Novelli

Atestigüen por mí

escribo esto como un poema

pero no lo es.

rechazo de plano

el arte por el arte.

escribo para que el mundo

sea cada vez más mundo menos inmundo.

rechazo la poesía elitista

y la élites dominantes.

escribo para espantar a los imbéciles

(tocayo Pellegrini dixit).

rechazo la poesía abstracta

por inconsistente sucesión de imágenes.

escribo para salvar mi propio culo

(gracias viejo Bukowski).

rechazo la poesía rosa

por ridiculizar el amor

y castrar los sexos.

escribo para mentir con elegancia

y que todos aplaudan.

rechazo la poesía que no dice

algo al menos

de lo mucho por decir.

escribo para que me plagien

y mi plagiador se haga famoso.

Aldo Luis Novelli

El borracho, Aldo Luis Novelli

El borracho

                                     /a un poeta desconocido

bebía mi tercer cerveza en un bar de malamuerte

cuando se acercó arrastrando los pies

– ¿me daría unas monedas señor? –

– ¿y para qué son amigo? –

– bueno, le aseguro que no son para comprar un litro de leche –

– bien, y dígame ¿qué hace usted de su vida? –

– beber ¿y usted señor? –

– yo…soy poeta…creo –

– ah, no está muy seguro, yo estoy seguro de ser borracho –

– de acuerdo y ¿qué hace un borracho cuando está sobrio para hacer de éste mundo perverso y absurdo un lugar mejor? –

– mire señor, yo no sé muy bien la diferencia entre estar sobrio o borracho, pero de algo estoy seguro, los sobrios destruyeron el mundo –

– tiene razón amigo, el poeta es usted, tome este billete, pero con una condición, no lo vaya a gastar en leche -.

NOTA SOBRIA

Borracho

En muchas regiones rurales de España, aún hoy es habitual servir el vino en odres o botas de cuero, usados desde muy antiguo con este objeto. En el catalán del siglo XIV y en el castellano del siglo XV, estos odres se llamaron borracha, palabra que, según Corominas, se habría formado por el cruce de las voces catalanas botella (odre) y morratxa (redoma). A su vez, esta última palabra se derivaba del árabe mirassa, que también significaba ‘redoma’. Más adelante, se llamó en español borracho al sujeto que, igual que la bota, estaba ‘lleno de vino’, o sea, embriagado.