30 de abril de 2017

Sale caro ser poeta, Gloria Fuertes

SALE CARO SER POETA

Sale caro, señores, ser poeta
La gente va y se acuesta tan tranquila
--que después del trabajo da buen sueño--
Trabajo como esclavo llego a casa,
me siento ante la mesa sin cocina,
me pongo a meditar lo que sucede
La duda me acribilla todo espanta;
comienzo a ser comida por las sombras
las horas se me pasan sin bostezo
el dormir se me asusta se me huye
--escribiendo me da la madrugada--.
Y luego los amigos me organizan recitales,
a los que acudo y leo como tonta,
y la gente no sabe de esto nada.
Que me dejo la linfa en lo que escribo,
me caigo de la rama de la rima
asalto las trincheras de la angustia
me nombran su héroe los fantasmas,
me cuesta respirar cuando termino.
Sale caro señores ser poeta.


Gloria Fuertes de Poeta de guardia, 1962

29 de abril de 2017

Ya ves qué tontería, Gloria Fuertes

Ya ves qué tontería
 

Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte:
Voy por las calles tan contenta 
y no llevo encima nada más que tu nombre


Gloria Fuertes

28 de abril de 2017

Labrador, Gloria Fuertes



Labrador

 

LABRADOR, 
ya eres más de la tierra que del pueblo. 
Cuando pasas, tu espalda huele a campo, 
ya barruntas la lluvia y te esponjas, 
ya eres casi de barro. 
De tanto arar, ya tienes dos raíces 
debajo de tus pies heridos y anchos.
Madrugas, labrador, y dejas tierra 
de huella sobre el sitio de tu cama, 
a tu mujer le duele la cintura 
por la tierra que dejas derramada. 
Labrador, tienes tierra en los oídos, 
entre las uñas tierra, en las entrañas; 
labrador tienes chepa bajo el hombro 
y es tierra acumulada, 
te vas hacia la tierra siendo tierra 
los terrones te tiran de la barba.
Ya no quiere que siembres más semillas, 
que quiere que te siembres y te vayas, 
que el hijo te releve en la tarea; 
ya estás mimetizado con la parva, 
estás hecho ya polvo con el polvo 
de la trilla y la tralla.
Te has ganado la tierra con la tierra 
no quiere verte viejo en la labranza, 
te abre los brazos bella por el surco 
échate en ella, labrador, descansa.


Gloria Fuertes

27 de abril de 2017

No perdamos el tiempo, Gloria Fuertes

No perdamos el tiempo
 
Si el mar es infinito y tiene redes,
si su música sale de la ola,
si el alba es roja y el ocaso verde,
si la selva es lujuria y la luna caricia,
si la rosa se abre y perfuma la casa,
si la niña se ríe y perfuma la vida,
si el amor va y me besa y me deja temblando 
¿Qué importancia tiene todo eso,
mientras haya en mi barrio una mesa sin patas,
un niño sin zapatos o un contable tosiendo,
un banquete de cáscaras,
un concierto de perros,
una ópera de sarna?
Debemos inquietarnos por curar las simientes,
por vendar corazones y escribir el poema
que a todos nos contagie.
Y crear esa frase que abrace todo el mundo;
los poetas debiéramos arrancar las espadas,
inventar más colores y escribir padrenuestros.
Ir dejando las risas en la boca del túnel
y no decir lo íntimo, sino cantar al corro;
no cantar a la luna, no cantar a la novia,
no escribir unas décimas, no fabricar sonetos.
Debemos, pues sabemos, gritar al poderoso,
gritar eso que digo, que hay bastantes viviendo
debajo de las latas con lo puesto y aullando
y madres que a sus hijos no peinan a diario, 
y padres que madrugan y no van al teatro. 
Adornar al humilde poniéndole en el hombro nuestro verso; 
cantar al que no canta y ayudarle es lo sano. 
Asediar usurcros y con rara paciencia convencerles sin asco. 
Trillar en la labranza, bajar a alguna mina; 
ser buzo una semana, visitar los asilos, 
las cárceles, las ruinas; jugar con los párvulos, 
danzar en las leproserías
Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos, 
que al corazón le llega poca sangre.



Gloria Fuertes

26 de abril de 2017

Arte poética, Gloria Fuertes

ARTE POÉTICA

Escribo como escribo,
A veces deliberadamente mal,

Para que os llegue bien.


Gloria Fuertes

25 de abril de 2017

Poética, Gloria Fuertes

POÉTICA

La poesía no debe ser un arma,
debe ser un abrazo,
un invento,
un descubrir a los demás
lo que les pasa por dentro,
eso, un descubrimiento,
un aliento,
un aditamento,
un estremecimiento.
La poesía debe ser
obligatoria.


Gloria Fuertes

24 de abril de 2017

Osvaldo Guevara hablando sobre Leopoldo Lugones, Presentación Revista Asueto N° 25. 22/5/2009

Osvaldo Guevara hablando sobre Leopoldo Lugones, Presentación Revista Asueto N° 25. 22/5/2009

Presentación Revista Asueto N° 25. 22 de mayo de 2009
Al cumplirse diez años de la Revista Asueto hojas de poesía, que iniciara su actividad en abril de 1999, el pasado viernes  22 de mayo de 2009, se presentó en el Centro Cultural Cooperativo de la Ciudad de Villa Dolores, Traslasierra, Córdoba, Argentina, la edición número veinticinco.
El acto contó con la presencia de un público interesado en las manifestaciones poéticas: escritores, docentes e invitados especiales tales como Miguel Angel Ortiz, periodista, escritor y expresidente del grupo literario tardes de la biblioteca sarmiento, y de Susana Miranda, docente y poeta, quien ha editado ya dos libros de poesía. Ambos autores locales fueron invitados a participar de esta edición, que se distribuirá en distintas provincias, en entidades culturales, universitarias y entre los miembros de la Academia Argentina De Letras.
En esta nueva publicación se presentan poemas de Rodolfo Godino, permanente colaborador de Asueto reconocido en 2007 con el Premio Consagración Letras de Córdoba. Otro de los invitados a la edición es José Di Marco, profesor de la Universidad de Río Cuarto, y una prosa del notable poeta, traductor y ensayista Rodolfo Alonso. Se incorporan desde este número una Página de la Memoria, dedicada a rescatar a los escritores que marcaron los distintos movimientos literarios del siglo pasado, en esta oportunidad Leopoldo Lugones.

El encuentro fue propicio para la lectura de poemas de distintos escritores y de los propios miembros del grupo: Osvaldo Guevara, Alejandro Nicotra, Jorge Vazquez Yofre, Ana Tibaldi, Tita Esber y Gabriela Bayarri.

23 de abril de 2017

Migas, Osvaldo Guevara

Migas

Desmigajando
un pan
alimento a mis visitantes
ingrávidos y ávidos.

Blandamente
el sol
picotea mi sombra
aletea en mis manos.

Estarme
así
toda la vida

resguardado por árboles y pájaro...

Osvaldo Guevara



De Sin pena en la palabra, Edición de Autor (Código Gráfico), Villa Dolores, Córdoba, Argentina, 2007

22 de abril de 2017

Caminando, Osvaldo Guevara

CAMINANDO

Camino atardeciendo
hasta ser un pedazo de crepúsculo.
La sombra, entre los árboles,
disuelve ya sus pájaros de humo.

Voy junto al rio. Saltan
ruidos encapuchados de los yuyos.
Florecen luces, lejos.
Y no me importa, porque voy sin rumbo.

Ha llovido. En el aire
dejó la lluvia sus corpiños húmedos.
Murmura la boñiga
como un enjambre verde por mis músculos.

Tropiezo con las piedras,
frescas tortugas entre el barro lúbrico.
No llevo en los bolsillos
más que mis manos, que me pesan mucho.

El agua va a mi lado
chisporroteando en círculos minúsculos.
Me chistan las luciérnagas
que prolongan el día con sus puntos.

Aún puedo ver mi casa
entre temblores de nostalgia y juncos.
La noche esta olfateando
como una loba sus descalzos muros.

Mi cama es honda y dulce
como el cuenco tostado de los surcos.
Sobre su almohada caben
los cansancios de un siglo y de un minuto.

Anocheciendo voy. De pronto
dispara un sapo líquidos cartuchos.
Y a una señal, los grillos
llueven su ardor en clave azul de musgo.

Estrellas malheridas
abren el agua con sus hombros puros.
La noche sobre el río
es una balsa de rnaderos curvos.     

Para amar, la penumbra:
llanto en los vidrios y en los huesos júbilo
Tropiezo con las piedras
gargantas secas entre el barro lúbrico.

Ya no se ve mi casa.
Cose el silencio párpados de búho.
Honda y dulce mi cama. Está vacía.
Y no me importa, porque voy sin rumbo.

Osvaldo Guevara (Garganta en verde claro)
De Poemas en verso y prosa (Inventario de una obra completa inconclusa)
(1998)


21 de abril de 2017

A mi perra Charlotte, Osvaldo Guevara

Dos versiones del mismo poema:De Poemas en verso y prosa (Inventario de una obra completa inconclusa) (1998) y la original De Oda al sapo y cuatro sonetos (1960)
 A mi perra Charlotte

Y bajará septiembre como un pez por el río.
Y se arderá el invierno con la última brasa.
Pero estaremos solos: no andarás por la casa.
Y sin querer, tu nombre, salpicará su frío.

Cerca del agua, ahora, se deshoja tu brío.
Un collar de terrones te estrangula y retrasa.
Y el río, el siempre río, que tercamente pasa,
te rezonga entre dientes sus rosarios de hastío.

Romperá en mariposas el viento. Las mañanas
fijarán en los árboles sus páginas livianas.
Un coral de hondas vacas tendrá azules de nido.

Pero cuando en las noches finamente olorosas
cambien silencios largos las piedras y las rosas,
tú irás buscando peces por el cielo invertido.

Osvaldo Guevara
De Poemas en verso y prosa (Inventario de una obra completa inconclusa)
(1998)
IN MEMORIAM
                                                                        A mi perra Charlotte,
                                                                        ciega de tierra.


Y bajará septiembre como un pez por el río.
Y se arderá el invierno con la última brasa.
Pero estaremos solos: no andarás por la casa.
Y sin querer, tu nombre, salpicará su frío.

Cerca del agua, ahora, se deshoja tu brío.
Un collar de terrones te estrangula y retrasa.
Y el río, el siempre río, que tercamente pasa,
te rezonga entre dientes sus rosarios de hastío.

Romperá en mariposas el viento. Las mañanas
fijarán en los árboles sus páginas livianas.
Coral de vacas ebrias se abrirá humedecido.

Pero cuando en las noches finas y espirituosas
cambien silencios largos las piedras y las rosas,
tú irás buscando peces por el cielo invertido.

Osvaldo Guevara

De Oda al sapo y cuatro sonetos (1960)

20 de abril de 2017

Ciclo Agenda Literaria 2002, Poeta Invitado Osvaldo Guevara 20/11/2002



Ciclo Literario Cultural 2002 del Grupo Agenda Literaria en la Biblioteca Municipal Domingo Faustino Sarmiento de la ciudad de Villa Dolores, Traslasierra, Córdoba, Argentina.
20 de Noviembre de 2002
Tema El Agua
Coordinado por José Luis Colombini y Walter Pérez
Poeta Invitado Osvaldo Guevara
Muestra de Arte: Mariano Dullivo
Producción ejecutiva y artística: Anna Lauricella
Colaboradores: Marite Cuestas, Vicky Colombini Lauricella, Marisa Perez, Silvia López y Anna Lauricella
.

19 de abril de 2017

Aquel perro, Osvaldo Guevara

AQUEL PERRO…

Te sorprendí en la esquina giratoria de viento.
Me miraste sin prisa como a un hueso roído.
Y avanzaste en la punta turbia de mi silbido
hasta mi ropa fría de vagabundo hambriento.

Y como a un vagabundo me tuteaste un momento
con tu hocico ambulante, preguntón y aterido.
Yo olía a traje nuevo. Te apartaste, cohibido.
¡Ah, no era de los tuyos! Y te marchabas, lento.

¡Pero estaba tan solo! Te chisté suavemente.
Comprendiste mis ojos de ladrón confidente.
Si hasta el viento en mi espalda era como un cuchillo.

Mi espera... aquella espera dura y desorientada.
Nos fuimos juntos. Te iba pensando un nombre (Nada?).
Y distraídamente te alargué un cigarrillo.

Osvaldo Guevara
De Poemas en verso y prosa (Inventario de una obra completa inconclusa)
(1998)



18 de abril de 2017

Don Chavez lustrado, Osvaldo Guevara

DON CHAVEZ, LUSTRADOR

Don Chávez
lustrador
le canto a usted
con voz entera
en medio de la calle
entre la gente
que pasa con la frente en el bolsillo.

Usted lustra
con sus manos alquímicas
que hacen oro del polvo
que bruñen el cansancio
y devuelven el sol
a trapo y brío
a pomada y paciencia
a cepillo y fervor
a tinta y sangre.

Usted lustra
y yo lo celebro
Don Chávez
por sus ojos seguros
por su pierna de palo florecido
su alma fresca
su sonrisa temprana
(ligeramente opaca por las tardes
cuando el sol de la siesta
le restriega su engrudo perezoso
por el pelo valiente).
Yo lo celebro
ahora
entre diciembre
entre bocinas
naftas
y tenderos
en tanto usted
sentado
mueve las manos únicas
rítmico
bailoteante
sentencioso
para que el hombre alce los pies del polvo
y los ponga en el día
sueltamente.

Porque
pies con sombra
pies con miedo
pies con vacilación
pies con fiebre
pies con barro ciego
pies con pena
llegan
Y
llegan
hasta sus manos de pianista tierno
que tocan claramente sobre el día.

Lo celebro
Don Chavez
lo celebro
en medio de la vida
frente al sol
de mañana
con la voz de canción que me dio el rio
con la garganta que tomé del viento
con las palabras que quité a la noche
sobre mi cuerpo de arduo oficinista _
sobre mis piernas de saltar desganos
sobre mis pies de cavador tirante
mis pies
Don Chávez
que se acercan a usted
turbios y huraños
palomas disecadas
peces con sed
discos sin púa
cal ardiente
para que usted
los vivitique
los retresque
los gire
los impregne
para que usted
les haga ver su luz
esa luz que uno pierde entre las cosas
entre leyes
y charcos
y semanas
y que hombres como usted
Don Chavez
rodeados de tropiezos
señores
automóviles
úlceras
represiones
y vidrieras
restauran sentenciosos
rítmicos
bailoteantes
con esas manos de lavar distancias
tan ágiles y oscuras
tan diáfanas y firmes
que yo estrecho
Don Chávez
que yo estrecho
para ilustrar las mías
deslustradas.
Lo celebro
Don Chávez
en la vereda
la calle
la senda peatonal
la luz del día
al pie de .los semáforos
al lado del agente
que espía con los ojos de sus balas
lo nombro y canto
frente al viento alegre
que esta mañana espesa y viva
quiere
así
como usted
lustrar el mundo
con su trapo de azul y de verano.

Bien por el viento
bien
Don Chávez
el viento
nuestro aliado
el que traslada el grito de las flores
el que clava alas nuevas en los puños
el que trenza los humos de las fábricas
el que corre
anhelante
con el aroma de la palabra libertad
sobre el planeta.

Lo celebro
Don Chávez
bajo el brillante viento lustrador
que le embandera
como un asta triunfal
la pierna inmóvil
y al que usted
entrega
atados
combatientes
los tercos pies del hombre
para que echen a andar
-y usted con ellos-
husmeando azules
pisando oprobios
pero sin sombra
pero sin miedo
pero sin vacilar
pero sin fiebre
pero sin barro ciego
hondos
sobre la tierra
los altos pies del hombre
pero sin tierra
como usted

Don Chávez.

Osvaldo Guevara

Osvaldo Guevara leyendo su poema Don Chavez Lustrador
Videopoético del Café Literario del Jueves 18 de Marzo de 2010, en Big Pancho, Sarmiento 269, Villa Dolores, Capital de la Poesía, Traslasierra, Córdoba, Argentina. Cuyo tema fue EL HOMBRE y coordino la velada y el debate Gabriela Bayarri.

17 de abril de 2017

Para escribir el poema,

Para escribir el poema

The poem
is complex and the place made
in our lives
for the poem.
WILLIAM CARLOS WILLIAMS

1
Esta es la ley callada:
por más que escandalice,
la verdad interior
-que traba la lengua y anda por su túnel
resistiendo a sí misma-,
debe ser descubierta.
Eso no daña el prestigio
del corazón multiforme,
que debe insistir
y ser escuchado aun como culpa,
omisión,
          error, miedo, memoria
o sed inconfesa del cuerpo:
la historia de una combustión
siempre acorralada.
De lo contrario sólo se alumbran
fenómenos de oficio,
ningún animal completo.
Esas reticencias glaciales
consumen su invalidez, y su sanción
es muerte verdadera.
                   Aunque suene
trágico, no hablo del infierno
sino de palabra estéril.

2
Sin las cosas no hay poema.
Un hombre bajo hechizo
registrando una revelación personal.
Esa es, aunque no pueda
ser probada, la ley de lo creado
infinitamente repetida:
podrán engarzar el cuerpo
en los viajes de la savia, de la luz,
filtrando violencia y acidia
en las crisis graduales de la carne
no humana del mundo natural.
Amándolas, sin alegorías,
serán parte, maderas, flores,
unidos en los cambios
y en el renacimiento, en los ciclos
de silenciosas convulsiones.
Nunca la vida pequeña
será suficientemente expandida.

3
Con escrúpulos no hay poema.
Cuando la realidad cuestionada
se retire, lo ambiguo crecerá
en el exceso de conciencia,
sin discreción, aceptándose a sí mismo.
Mientras el mundo se disipa
y aun inclinados a lo juicioso,
retengan: lo fantástico se ajusta
por la razón; el gobierno
combinatorio de lo mágico se ejerce
puertas adentro.
                             Lo que merezcan
y lo que alcancen no serán tormentos:
la humillación del oficio siempre guarda
un rédito solemne.
                                 En la pelea
con la palabra inhábil, partes
del corazón y la verdad se pierden;
la imprecisión del espíritu
será imprecisión en la palabra.
Sin artificio no hay poema.


 Rodolfo Godino

16 de abril de 2017

Arte poética, Rodolfo Godino

Arte poética

El poema busca la mediación:
su móvil aura se anuncia
a la conciencia expandida.
Cuando el desorden refluye,
para encarnarse baja, tránsito
que no cambia ni redime:
sólo hunde la carga que transfiere.
Sin instrucción sobre su curso,
orientado por percepciones,
no circunstancias,
se trama, trastornando todo plan:
ya ha sido fijado por legiones
a las que su clave se otorgó
y con ella la dilución de la vida.

La vida por un murmullo inmortal.

Rodolfo Godino

15 de abril de 2017

Alejandro Nicotra leyendo Bulbos de Rodolfo Godino



Alejandro Nicotra leyendo Bulbos de Rodolfo Godino 

Diez años de la Revista Asueto hojas de poesía, que iniciara su actividad en abril de 1999, acto del viernes  22 de mayo de 2009,  Centro Cultural Cooperativo de la Ciudad de Villa Dolores, Traslasierra, Córdoba, Argentina.
Presentación de la edición número veinticinco.




Bulbos

En un punto del año
el flujo de los matices
y el volumen del verde se entumecen,
bajan a los grumos de la tierra.

En el ojo,
cebado por la ilusión del clima,
eso se instala
no como muerte
sino como renuncia de la luz
y presión gris de la bóveda del cielo.

No es cierto, ni vehemente,
ese final que luce
como colmada exposición del ocre:
abajo, en el poroso,
el susurro del ciclo
impregna las escamas de las yemas
y aguarda.

Como almas fijas
esas cápsulas reservan su momento
mientras arriba, en el teatro
de la luz parcial y el aire amarillo,
se pudre otra vez
la carne regia de dalias y azucenas


Rodolfo Godino

14 de abril de 2017

Mi padre sueña, Rodolfo Godino

MI PADRE SUEÑA, Rodolfo Godino (1997)

Noche con la realidad guardada
y todo suceso suspendido:
nada podía tocarme. Pero el fluir
de un alma ahogándose subió
desde el gran lecho donde el rey yacía.


Girando entre lengua y paladar,
apuntando a los dientes, hacia afuera,
aire y labios lo libraban en lo oscuro:
el llanto brotaba bajo mantas
y caía sobre el destino del oyente.

Conozco el ruido del que acaba de entender,
de carne separándose, de cimientos.
Pero aquél subía desde otro círculo
cruzado por ríos de azufre y barro
y roca líquida encendida.



 Rodolfo Godino


13 de abril de 2017

Usa rostros cambiantes, Rodolfo Godino

Usa rostros cambiantes
     
Usa rostros cambiantes
lo que desea tu oscurecimiento,
lo que quiere uncirte
a la flameante realidad.
Ella brota del ojo
gobernando un breve paraíso,
espejo que entrega al amo
sólo su ansiosa imagen.
Lo que no eres, lo que te elude,
lo que serás
no flota en esa versátil,
hambrienta dama.
Ningún pacto
con la bestia de misión oscura
te llevará a ti mismo
ni al seno del poema:
aguarda a que él descienda y vuele
porque su tránsito
te hace incorruptible.


Rodolfo Godino