Tu piel es una mancha de carbón sofocado, Olga Orozco Se descolgó el silencio, sus atroces membranas desplegadas como las de un mu...

ENTRE PERRO Y LOBO Me clausuran en mí. Me dividen en dos. Me engendran cada día en la paciencia y en un negro organismo que rug...

  LUGAR SEGURO Por dondequiera que se parta en dos la colmena del sueño, poniendo al descubierto la ciudad, el panal gigantesco ...

GÉNESIS No había ningún signo sobre la piel del tiempo. Nada. Ni ese tapiz de invierno repentino que presagia las garras del rel...

Ajedrez Hubo una vez una demostración de cortesía rusa. Hay en Rusia una ciudad bastante grande, el centro, de una vasta zona árida....

 El idioma de los gatos 1 Hubo una vez un caballero. Era un científico. Después de su nombre, venían letras. Hablaba cien idiomas...

El monstruo de la calle Monroe Hubo una vez un monstruo que se mudó al 91 de la calle Monroe. Es un monobloque lleno de puertorrique...

10.000 reflejos A cien pies de altura, en el aire, la gran araña de cristal se encendía con la luz de quinientas velas anidadas entr...

Miss Lady Hubo una vez una chiquita triste que iba por un camino, en el verano. Tendría unos tres años y estaba llorando porque su h...

La cebra cuentista , Spencer Holst  “... que, en general, de la violación de unas pocas leyes simples de humanidad nace la desdicha ...

 Prólogo: El idioma de Spencer Holst, Rodrigo Fresán Prólogo: El idioma de Spencer Holst Ahora que lo pienso, la perfecta...

Digo a Juana Koslay Capitanes vinieron del poniente por horizontes de nevada piedra más allá del Arauco hasta las rucas dond...