23 de julio de 2023

AI hermano menor, Rainer María Rilke

AI hermano menor
 
Tú, niño ayer, a quien llegó la confusión;
no se disipe en ceguedad tu sangre,
No piensas en placer: piensas en la alegría:
estás hecho tu mismo que un esposo
y habrá de ser tu esposa tu pudor.
 
El gran gozo también tiende hacia ti,
y de pronto los brazos están desnudos todos.
En piadosas imágenes las pálidas mejillas
están cubiertas de fuegos extraños:
y tus sentidos son corno muchas serpientes,
que, ceñidas del rojo del sonido,
se tensan al compás del tamboril.
 
Y de repente- tu has quedado solo
con tus manos, que tu odian...
Y tu voluntad no hace un milagro:
 
Y allá van, como por sombrías calles,
rumores de Dios por tu oscura sangre.
 
Rainer María Rilke

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario