COSTA FERROVIARIA
Es el sur.
Residuos óseos.
Blancas osamentas
de reses que
cayeron derribadas
por un golpe feroz
de polvaredas.
Hierba vieja.
Es el sur.
Sequía, Las cañas
orilleras
desafían al sol
con sus penachos
de sequedad y
soledosa pena.
Cañas secas.
Es el sur.
Rastrojos.
Manantial seco, desierta
respiración
sedienta de los cielos
sobre la red
fogosa de la tierra.
Agua muerta.
Es el sur.
Escuálidas
mujeres. Cabelleras
como fibras
hostiles que parecen
despojos sin
sostén de la tristeza.
Pálidas hebras.
Es el sur.
Fosca desolación.
Fondo de hoguera
que estampa su
amarilla vestidura
en un pobre ramaje
de arboledas.
Polvaredas.
Es el sur.
Rígidas líneas,
rojas carreteras
bostezando su
tedio en el silencio
de los montes
oscuros que bordean.
Sol que tuesta.
Es el sur.
Arboles quietos.
Niños que contemplan
con los lívidos
ojos y los vientres
al viento, como
cruces de pobreza.
Hambre negra.
Sol que tuesta.
Cañas secas.
Agua muerta.
¡El Sur!
¡Insufrible vacío
que se incendia!
Elvio Romero
De Días Roturados
(Edit. Lautaro,
1948)
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