20 de septiembre de 2020

Los poetas de la exaltación lírica, Aldo Pellegrini




Los poetas de la exaltación lírica
 
Dentro del surrealismo Eluard representa la tendencia más puramente lírica. Su mundo poético expresa un cúmulo de sue-ños flotando entre los extremos del amor y de la soledad. La única realidad a la que reconoce validez es el amor. Todo lo existente le parece al poeta como una realidad degradada de la que sólo nos salva el amor. Así dice en "Prohibición de saber"; "El amor está en el mundo para olvidar al mundo", y en "La capital del dolor", agrega: "Una mujer es más bella que el mundo en que vivo". El amor, para Eluard, no deja de ser ante todo acto físico, "vida inmediata", según la expresión del poeta, pero desde allí lo eleva hasta un significado metafísico. En la metafísica poética de Eluard el amor se concibe como único contacto posible del yo con el mundo del no-yo, con la totalidad del universo. Fuera del amor, al hombre sólo lo espera la angustia de la soledad y el desamparo en un mundo hostil.               
La poesía de Eluard tiene la transparencia resplandeciente del cristal que nos sorprende con riquezas deslumbradoras, algo así como si de pronto se iluminaran las profundidades submarinas y nos dejaran ver un mundo maravilloso. Así lo sugiere él en su libro "La vida inmediata" donde nos habla de "tinieblas abis-males todas tendidas hacia una confusión deslumbrante". Pero su poesía no es confusión; tiene el misterio y la perfección de las substancias cristalizadas.
Se ha dicho de Eluard que por el hecho de ser poeta puro se apartaba del surrealismo, Sin embargo nadie mejor que él supo en determinado momen
to condensar del modo más preciso y más alto los tres fundamentos del surrealismo: el amor, la poesía y la libertad. Durante la resistencia francesa, Eluard vivió intensamente una experiencia de fraternidad y de sacrificio. Desde entonces quiso que sus dones poéticos sirvieran para tender un lazo de comunión entre los hombres. Su obra se hizo en parte militante. Pero hay que destacar que fue el poeta que menos perdió con el cambio de frente. Todavía nos dio obras de límpida pureza, de fluir poético, como "Poesía ininterrumpida". Sin embargo sus libros máximos son los del período surrealista desde 1924 hasta 1938: "Morir de no morir", "La capital del dolor", "Prohibición de saber", "El amor la poesía", "La vida inmediata", "La rosa pública", "Los ojos fértiles".
Desnos fue uno de los poetas más dotados del surrealismo. Se contó entre los primeros y más brillantes creadores de producciones verbales en trance mediúmnico. Mediante este procedimiento escribió la serie de textos duchampianos que tituló "Rrose Sélavy" en homenaje a su inspirador. Su poesía pasó de los torrentes de imágenes del automatismo a los magníficos poemas de amor de la serie "A la misteriosa", de "La noche de las noches sin amor", al texto erótico-onírico de "La libertad o el amor", a las canciones de tono popular, al humor violento. Supo tocar todas las cuerdas de la poesía, siempre con la misma perfección. Encontró el verdadero secreto de una "poesía delirante y lúcida", para usar la definición que él mismo dio en 1942 de la poesía ideal. La obsesión del amor y de la muerte frecuentan su obra. En 1924 publicó en la "Revue Européenne" la siguiente declaración sobre sí mismo: "No creo en Dios, pero tengo el sentido del infinito. Nadie tiene el espíritu más religioso que yo". Desnos trató el amor y la poesía con la exaltación y el fervor de una religión.
Podría definirse a Soupault como un  espíritu en busca  de  lo insólito.  El  mismo  definió  a  lo  insólito  como  "aquello  que  es verda
dero en este mundo donde todo es falso, convencional ... " Buscó lo insólito,  primero en el mundo de lo cotidiano, luego -viajero infatigable- en un permanente desplazamiento a través de países diversos. Sus ojos estuvieron siempre alerta para 10 maravilloso. Su poesía de alto refinamiento alcanza un tono particular de sinceridad y nobleza, un contacto sorprendente con la emoción. Potencialmente, sólo podría satisfacerle su pérdida definitiva, entendida como aproximación al infinito. Su inquietud permanente unida a un excesivo diletantismo le hizo perder quizás, la posibilidad de esa experiencia hacia el infinito que hubiera podido esperarse de él.
 
 
 
Aldo Pellegrini


 

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