Tirando piedras
Junto al río, esperándote. Me hurga una
voz reseca
Tiro piedras al agua como astillas de
piel.
Sedienta como un charco la sangre se me
obceca.
Tu sin venir. El alma me arde como un
papel.
Terco escozor de besos me roe la saliva.
Nube oscura es mi pena que no quiere
llover.
Cuando el agua me ondula la sombra
pensativa
la siento una canoa amarrada a mi ser.
Cuanta borra en los labios de nostalgia
y crepúsculos
Lividez de mi carne que en tu carne es
salud.
Puedo ceñir un árbol con mis súbitos
músculos
pero intuyo una sorda madera de ataúd.
Y porque ya el silencio me hace sal las
encías
y entre ramas la luna hiere como una
hoz,
tirando piedras, piedras, me voy, como
otros días,
mientras un grito mudo despelleja mi
voz.
Osvaldo Guevara
De La sangre en armas
UniRío editora, Universidad nacional de
Río Cuarto 2015
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