18 de enero de 2017

Lección 5 Schopenhauer, Witold Gombrowicz



Witold Gombrowicz de CURSO DE FILOSOFÍA EN SEIS HORAS Y CUARTO

Lección quinta

Viernes, 2 de mayo de 1969

Schopenhauer reconoce dos posibilidades:

l.' Afirmar la voluntad de vivir participando plenamente de la vida con sus crueldades y sus injusticias.

2.0 No el suicidio, sino la contemplación.

Schopenhauer considera que la contemplación del mundo «como si fuera un juego» es absolutamente superior a la vida.  Lo demuestra de una manera muy ingeniosa.  El artista es aquel que contempla el mundo y queda maravillado con él.  Ahora bien, en este sentido, el artista se parece a un niño, puesto que el niño también se maravilla del mundo de una forma desinteresada.  Por esta razón, dice Schopenhauer, el niño es genial, simplemente porque es niño.  En los primeros años de la vida se hacen más progresos que durante todo el resto de ella.  Por este motivo, en Oriente, el yogui (el que contempla) alcanza la única posibilidad de suprimir la vida.
Schopenhauer formula una teoría artística que es, para mi, la más importante de todas. Y, dicho sea entre nosotros la forma extraordinariamente ingenua e incompleta de tratar el arte en Francia se debe, ante todo, al desconocimiento de Schopenhauer.
El arte nos muestra el juego de la naturaleza y de sus fuerzas, es decir, la voluntad de vivir.  Schopenhauer es concreto en esta materia.  Pregunta: ¿por qué nos encanta la fachada de una catedral mientras que un simple muro no nos interesa?  La respuesta es que la voluntad de vivir de la materia se expresa en la pesadez y en la resistencia.  Ahora bien, un muro no pone de manifiesto el juego de estas fuerzas, porque cada partícula del muro resiste y pesa a la vez.  Mientras que la fachada de la catedral muestra dichas fuerzas en acción, puesto que las columnas resisten y los capiteles pesan.  Vemos la lucha entre la pesadez y la resistencia.  Nos explica también por qué una columna retorcida (curva) no nos satisface.  Es simplemente porque no resiste lo suficiente.  De igual forma, una columna redonda es mejor que una columna cuadrada.
Todo ello para deciros cómo ve el ARTE Schopenhauer.
Lo que él opone a la vida es la contemplación.
Trata también de la escultura y dice que la belleza del hombre proviene de una anticipación a priori fundada en la experiencia.  El cuerpo humano resulta mucho más logrado cuando está bien adaptado a sus fines.  Añade que hay en nosotros un ideal de belleza humana que consiste en prolongar en el porvenir lo que consideramos de calidad en el presente, por ejemplo, unas piernas largas.  Esta calidad obliga al hombre a ir siempre más lejos en el mismo sentido, salud, etcétera.  Podría decirse que es una especie de sueño sobre el modelo de la especie en el porvenir.
Para Schopenhauer la belleza de la escultura griega consistía en un discernimiento entre el instinto sexual y la belleza.  En una palabra: la belleza griega no es excitante y por esta razón es superior.
La pintura.  Si la escultura se preocupaba sobre todo de la belleza y del encanto, la pintura busca en el hombre la expresión, la pasión, el carácter.  Por tanto, en la pintura también se puede considerar lo feo como bello.  Ejemplo: una anciana.  El carácter crea la unidad del hombre en la pintura porque el carácter es lo que une en un sentido (dirección); si no, el hombre quedaría disparejo.
Literatura.  El artista, en general, no actúa mediante los conceptos de la lógica, mediante abstracciones, sino que posee una intuición directa de la voluntad de vivir en el mundo.
Por esto comprueba Schopenhauer que la literatura discursiva, que quiere demostrar algo, no basta para nada.  No puede hacerse arte con principios abstractos, con conceptos.  Si tengo alguna cosa que decir sobre el tema, por ejemplo, de los hijos ¡legítimos, sencillamente lo diré en una conferencia y no en la obra de arte.
La obra de arte busca lo concreto, pero en lo concreto reencuentra lo universal, la voluntad de vivir.  Pensemos en el avaro de Moliere.  Se trata de un personaje concreto que tiene su vida, su color de pelo, etcétera, pero a través de él podemos ver la avaricia en su sentido universal.
 Schopenhauer da la definición del genio, también muy cercana a la del niño.  El genio es desinteresado.  Se divierte con el mundo.  Siente sus atrocidades pero se regocija en esas atrocidades.  En general el genio no sirve para nada en la vida práctica puesto que no busca su interés personal.  Es antisocial, pero ve mejor el mundo porque es objetivo.
Schopenhauer establece una comparación muy buena cuando dice que la inteligencia del hombre mediocre se parece a una linterna, que ilumina solamente lo que se busca, mientras que la inteligencia superior es como el sol, que lo ilumina todo.  De ahí proviene el objetivismo del arte genial.  Es desinteresado.
Schopenhauer dijo muchas cosas respecto al tema del genio, por ejemplo, que éste no puede vivir de forma normal; el artista tiene siempre algún obstáculo que le impide vivir: enfermedad, anormalidad, achaques, homosexualidad, etcétera.
(Los hombres inteligentes son muy sensibles al ruido.) Yo, personalmente, lo interpreto por el hecho de que sentimos mejor aquello que nos falta.  Ejemplo: un oficial de caballería no sabe ni siquiera que está sano, mientras que un enfermo como Chopin posee una aguda noción de la salud porque carece de ella.
Podemos observar a fenómenos como Beethoven, quien, personalmente, fue un histérico y un ser desgraciado, pero que tan bien supo expresar en su arte la salud y el equilibrio (sin duda porque carecía de ellos).
Por mi parte, atribuyo la máxima importancia a la antinomia en el arte.  Un artista debe ser esto y lo contrario.  Loco, desordenado, pero también disciplinado, frío, riguroso.  El arte no es nunca una sola cosa, sino que siempre se halla compensado por su contrario.
Schopenhauer no es verdaderamente filosofía sino intuición y moral.  Mostró su indignación porque en una isla del Pacífico las tortugas de mar tengan que salir cada año del agua para procrear en la playa, donde los perros salvajes de la isla les dan la vuelta y las devoran.  Dijo: he ahí la vida, esto es lo que cada primavera se repite de forma sistemática desde hace milenios.
¿Por qué ya no se lee a Schopenhauer? ¿Por qué no es actual?
1.° La metafísica de Schopenhauer (primera parte del libro) no es válida hoy (sé que el noúmeno es la intuición, la voluntad de vivir), formulada de esta manera.
2.° También, sin duda, el aspecto aristocrático de esta filosofía.  Para Schopenhauer hay hombres mediocres y hombres superiores.  Insultaba a los mediocres.
3.° Se oponía (su filosofía se oponía) a la vida, mientras que de Hegel pueden extraerse cosas muy útiles para la política, que es lo que hizo Marx.
Schopenhauer buscaba la renuncia, pretendía matar la voluntad de vivir.
Para mí es un misterio que libros interesantes como los de Schopenhauer (¡y los míos!) no encuentren lectores.
Schopenhauer detestaba a Hegel.  Decía siempre: ¡ese zopenco de Hegel!  Y, para desafiarle, fijó la hora de sus cursos en la Universidad de Berlín a la misma que los de éste, con el resultado de que la sala de Hegel estaba siempre llena y, la suya, siempre vacía...
Pero Hegel y Schopenhauer tenían argumentos para mostrar que un genio no puede tener éxito, puesto que sobrepasa a su tiempo.  Por esta razón el genio resulta incomprensible y no sirve para nadie.
Así que Schopenhauer y yo nos consolamos bastante bien.

Witold Gombrowicz de CURSO DE FILOSOFÍA EN SEIS HORAS Y CUARTO

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