Superficies
El
aroma a café con que renazco
cuando
saltan las gotas de los trinos.
El
abejeo del amanecer
entre
cortinas y pocillos.
El
damasco estallándome en el patio
desde
el árbol copioso del vecino.
El cura
-¿sin sotana?- por el barrio
(su
bocinazo esquivo).
Quizá
una bicicleta meciéndose en la senda
que
desteje los yuyos del baldío.
El
sobre aún por rasgar del poeta de Córdoba
merodeador
de copas y corpiños.
El
rumor de tu pelo por la casa
entrando
en mí como un rocío.
La hoja
yerma invocando
la
catártica lluvia de los tipos.
Y
tantas otras cosas
que
hacen del alma un puro instinto.
Vivir
sin penetrar las superficies:
qué
profundo ejercicio.
Osvaldo
Guevara. De Sin pena en la palabra, Edición de Autor (Código Gráfico), Villa
Dolores, Córdoba, Argentina, 2007
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