8 de noviembre de 2023

Lo que la marea devuelve en Vlissingen, Allen Ginsberg

LO QUE LA MAREA DEVUELVE EN VLISSINGEN
 
para Simón Vinkenoog
 
Plástico y celofán, cartones de leche y
envases de yogur, bolsas de red
azules y naranjas
cáscaras, bolsas de papel, plumas y algas,
palos y ladrillos.
Jugosas hojas verdes, ramas de pino, botellas
de agua, madera terciada,
envoltorios de tabaco,
tapas de frascos de café, tapitas de botellas
de leche, cajas de arroz,
soga azul, viejo zapato marrón, piel de
cebolla
blancos trozos de concreto gastados modelados
por las mareas, galletas
marineras,
envases de detergente, corteza y tablas, un
cepillo para la
ropa,
la tapa de una caja
un aerosol de removedor, una pequeña cebolla
marrón, una taza amarilla.
Un muchacho con dos bastones camina en la
orilla, una gaviota muerta, una
zapatilla azul.
La manija de un bolso, medio limón, un atado
de apio, una redecilla.
Tapa de corcho, pomelo, guante de tela
engomado, cañitas voladoras mojadas,
parvitas de algas marinas de un tono
herrumbrado amontonadas a lo largo de las
marcas que deja la marea en el murallón,
el paragolpes plástico de un automóvil, casco
verde partido por la mitad,
un gran nudo de soga de cáñamo, un tronco de
árbol
desnudo de su corteza,
una estaca de madera, un balde, una miríada de
botellas plásticas, paquetes
vacíos de tallarines marca Zara,
un tambor gris largo plástico, de esos que se
usan para transportar
combustible, rollo de vendas, botellas de
vidrio,
latitas, un arbolito de navidad,
un caño de hierro oxidado, yo mismo
y mi pis.
 
Allen Ginsberg

 

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