3 de abril de 2023

Retorno medioeval, Oscar Guiñazú Álvarez

RETORNO MEDIOEVAL. . .
 
 
Y guardaran celosos los perros del silencio
Ia residencia de este oculto amor que tiembla.
Vibras como una América en pleno siglo quince;
mis sueños europeos se abroquelan monásticos.
Hay en cada jornada una aventura en vilo
y dicen las guitarras su prosa de entusiasmo.
Un puerto aglutinado es insistentemente
recorrido por pasos que otean las incógnitas.
Los velámenes tensos abanican la fiebre
y hay un levar de anclas promisoras de albas...
Ya lo desconocido desciende a la estatura
de los que dice marcas de calidez sonora.
Bandadas de caricias pueblan el cielo limpio,
flotan las esperanzas en olas encrestadas;
un Atlántico grave de indefinido tiempo
ha doblado su lomo bajo las proas acres.
Bajo un dombo de auroras se inscriben los octubres
un remoto momento regresa a este presente;
pero hay cambios, sin duda, (no reitera la historia)
no hay Rodrigos ni Triana en el puesto vigía,
tampoco hay desnudeces ni plumas asombradas.
No retumba en la aurora el estridente “¡tierra!”
es un grito muy otro el que rubrica el gesto.
En la costa me espera crecida de promesas
para vibrar de ecos la hondura de tu nombre.
 
 
Oscar Guiñazú Álvarez
 
De Contra Reloj, Ediciones Tierra adentro (1983)

 

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