Edad
Al rumbo amoroso del viento
se alzaron veletas de hierro.
A la sed amorosa del viento,
árboles de hierro con frutas de hierro.
A los ejércitos del viento,
doble muralla de hierro
Y la paloma de fuego
lloró sobre montes de hierro.
Y el amor del viento
gimió en las arpas de hierro.
Yo busco el oro que viene
sobre llanuras de plata
fundida siete veces.
Leopoldo Marechal
De revista Sur. Otoño 1932, Año II, Buenos
Aires
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