18 de mayo de 2022

Berthe Morisot, Anne Waldman

Berthe Morisot
 
Hacia el final de sus días ella dijo que
el anhelo de llegar a la fama después de muerta
se le antojaba una ambición desmedida.
“La mía”, agrego,
“se limita al deseo de pintar
cosas, la más mínima de ellas,
algo mientras sucede.”
 
Un crítico escribió acerca de la muestra realizada
en el ‘salon des impressionnistes’ individualizando
a la Morisot: “son cinco o seis lunáticos,
uno de ellos, mujer.”
 
Anne Waldman


 

Berthe Marie Pauline Morisot (Bourges, 14 de enero de 1841-París, 2 de marzo de 1895) fue la fundadora y figura clave del movimiento impresionista.
Una pintora excepcional que desarrolló una carrera artística profesional durante más de 30 años, exponiendo desde muy joven en lo grandes Salónes de París, e incorporándose más adelante a la vanguardia de las exposiciones impresionistas comenzadas en 1874, de las cuales también participaron Claude Monet, Edgar Degas y Pierre-Auguste Renoir, entre otros.
Sus esfuerzos por plasmar las sensaciones de visión mediante una compleja red de pinceladas quebradas la colocaron en la vanguardia de su época. Su pintura, muy ligada a su propia vida y a la de las personas que la rodeaban, muestra su entorno tal y como ella lo veía, con una gran naturalidad.
A pesar de que hasta finales del siglo XX, la historia del arte había relegado su historia y participación a un segundo plano, tanto su talento como su habilidad le valieron el respeto y reconocimiento públicos de sus colegas varones contemporáneos, logro por lo demás inusual para las mujeres de la época. Su voluntad de romper con la tradición, la trascendencia de sus modelos y su capacidad la convierten, para algunos autores, en “la gran dama de la pintura”.
 

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