Sepulcros vivientes
En una noche helada
cuando habían callado los fusiles,
me apoyé en la trinchera
a inventarme haikús
con la luna, las flores y la nieve.
Pero el espectral correteo
de las enormes ratas
hinchadas del festín de carne humana
me sobrecogió de horror.
Richard Aldington
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