Imàgenes
I
Como una góndola cargada de verdes y fragantes frutos
a la deriva por los fríos canales de Venecia,
Oh tú, la primorosa,
has entrado en mi ciudad desolada.
II
La humareda azul da saltos
como evanescentes, arremolinadas nubes de aves.
Así mi amor da saltos hacia ti,
se disipa y reaviva.
III
Luna rosada y ambarina en un cielo claro
cuando el ocaso es un vago bermellón
en la niebla entre el ramaje,
Así eres tú para mí.
IV
Como una joven haya en el límite del bosque
se yergue inmóvil al anochecer,
aunque todas sus hojas se estremecen en el aire leve
y parece temer las estrellas.
Así estás tu también inmóvil y así tiemblas.
V
Los ciervos, altos en la montaña,
más allá de los últimos pinos.
Y mis deseos han huido con ellos.
VI
La flor que el viento ha zarandeado
pronto se colma otra vez de lluvia;
así mi mente se llena poco a poco de recelos
hasta que tú regresas.
Richard Aldington
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