Primavera
Para El Fortín, pueblo querido
de mi primera infancia.
Guardapolvo por sobre la rodilla,
tras la pelota voy y la mañana,
se enciende con la voz de la
campana,
canta el rocío sobre la gramilla.
Infancia por la magia alimentada,
pequeño pueblo mío en la llanura.
Cada día era un salto a la
aventura,
y era mas luz la gracia
derramada.
Almendro, dulce acacia,
duraznero,
paraísos en flor -gloria morada-
lejana primavera campesina.
Mi memoria te nombra y se
ilumina,
y regresa otra vez en la mirada
aquel niño a su patio verdadero.
Carlos Garro Aguilar
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