18 de agosto de 2018

Noche alegre, Herman Hesse


Noche alegre

 Es terrible no poder dormir cuando se está afligido
 y todas las alas cuelgan tristes.
 Es hermoso no poder dormir cuando uno está enamorado
 y empujan todas las fuentes del deseo.
 Por la noche en el bar, desilusionado y solo, quise irme,
 pagué mi whisky y me fui cansino y triste de allí,
 pero en la escalera me detuve fascinado,
 dispuesto a volver a empezar la noche.

 Vinieron Gisela y Emmy, y en ese momento
 los músicos iniciaron arriba el más divino «onestep».
 ¡Oh, qué jubilosos y rápidos fluían los alados compases!
 todos volvimos a inflamarnos, bailamos enloquecidos y en llamas.

 Ahora amanece y estoy tumbado en la cama,
 floreciente todavía el perfume de Gisela en todos los sentidos,
 canturreo el «Shimmy», pienso en Emmy, y no me importaría
 volver a empezar esa noche.

Herman Hesse
De la «Neue Rundschau»
(1926)
«Der Steppemoolf»

Fragmento de un diario en versos

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