12 de octubre de 2017

Un relámpago herido, Elvio Romero



UN RELÁMPAGO HERIDO



Fue un relámpago herido, fue un serrano

relámpago en la piel esa corriente

de rumor imantado y sonriente

fertilizada al roce de la mano.



Fuera un error desatenderlo, un vano

tesón no asir esa atadura ardiente,

como si fuese a rechazar de frente

su propio ardor la tierra en el verano.



Fuera en vano evitarlo; quedaría

sobre toda la piel la tostadura

de una llaga solar jamás curada.



Ni tuviese la mano esa alegría

de germen y de afán de sembradura

con que la tuya la dejó quemada.





Elvio Romero de Un relámpago herido,  Editorial Losada (1967)

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